La Mesa Sectorial de Sanidad de Andalucía suscribió ayer un acuerdo para la renovación de todo el personal eventual del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con nombramientos de un año y al cien por cien de jornada y salario. El acuerdo, apoyado por todos los sindicatos presentes en la mesa -CSIF, CCOO y UGT, Satse y Sindicato Médico- garantiza que la conversión de los contratos a jornada completa no implique la pérdida de empleos.

Según detalló Satse en un comunicado, la primera consecuencia del acuerdo será la renovación a 1 de noviembre de un total de 2.535 eventuales estructurales por periodo de un año y al cien de jornada y salario en toda Andalucía, contratos que comenzarán a ofertarse a partir del próximo viernes 23 de octubre. Asimismo, se ha garantizado que todos los contratos que finalizan a 31 de enero de 2016 se ofertarán de forma escalonada y en las mismas condiciones, cien por cien y con carácter anual, hasta que todos los eventuales estructurales del SAS, en torno a 11.725, cuenten con nombramientos a jornada completa.

Asimismo, Satse asegura que se retoma la normalidad en el sistema de contratación del SAS ya que, además de los estructurales, se ofertarán al cien por cien los contratos de sustituciones por incapacidades temporales, reducciones de jornada o acúmulos de tareas.

En este sentido, el responsable del Área de Negociación Colectiva de la FSS-CCOO Andalucía, José Campoy, asegura, según una nota de prensa, que «esta organización sindical estará vigilante para que este tipo extraordinario de con

tratación se realice en los casos de sustitución de una reducción de jornada o en supuestos de situaciones propias a tiempo parcial».

De otro lado, Satse recalca que el acuerdo de la Mesa Sectorial de Sanidad adelanta los plazos previstos en el texto suscrito el pasado verano en la Mesa General de la Función Pública para la conversión de los contratos del SAS al cien por cien, que retrasaba esta medida hasta enero de 2016. A juicio del sindicato, de esta forma se reconoce en parte por la Administración el castigo al que estaba sometido el personal sanitario andaluz, único de todos los sectores función pública al que se le había recortado los contratos eventuales.