El gol, el objeto de deseo de cualquier futbolista y de cualquier equipo vuelve a ser tema de debate en el Málaga CF. No es un problema nuevo, ya que este equipo, no hace mucho, sufrió grandes crisis goleadoras que elevaron las alarmas a su máximo nivel. Y ahora, que el equipo de Javi Gracia suma tres jornadas sin ver portería, 270 minutos sin perforar el arco rival, los nervios y el temido runrún vuelven a aparecer.

El pésimo encuentro ofensivo del Málaga CF contra el Eibar ha evidenciado la falta de bagaje ofensivo de este Málaga. Pese a que en verano se le presuponía un poderío ofensivo mayor que en temporadas pasadas, las tres primeras jornadas han demostrado todo lo contrario, creando escepticismo en la plantilla y nerviosismo en el respetable.

La falta de puntería vuelve a ser un mal endémico en este equipo, pero ahora también preocupa la incapacidad malaguista para crear el suficiente caudal ofensivo. Es decir, que el Málaga ya no genera las suficientes ocasiones para ser acreedor del gol.

Ante el Sevilla, el equipo de Gracia mostró una buena imagen, le anularon un gol legal y supo aprovechar que los hispalenses contaban con un jugador menos desde mediada la segunda mitad. No marcó, pero generó hasta dieciocho remates a puerta -5 entre palos y 13 fuera de ellos-. Contra el Barcelona en el Camp Nou, cualquier atisbo de presencia ofensiva ya parecía un logro. Logró rematar cuatro veces siendo sólo una entre palos.

Ante el Eibar, el Málaga se mostró más romo en su juego, aunque provocó hasta diez remates sobre la portería de Riesgo (4 entre palos y 6 fuera).

Hay muchas lecturas posibles sobre la falta de gol. La primera es el juego. El conjunto blanquiazul no canaliza su fútbol en la creación como en épocas pasadas. La salida de Darder, el cambio de sistema, la debilidad en las bandas... La cuestión es que el balón en largo se ha convertido en el recurso más utilizado en lo que va de temporada.

La otra es la falta de puntería. Amrabat vuelve a ser delantero, pese a que ha actuado casi todo el verano de extremo, y el gol no es precisamente su mayor virtud. Charles, inusualmente desacertado, sí ha tenido al menos una clara ocasión de marcar en cada uno de los tres partidos. Sólo su mala racha priva al Málaga de romper su sequía. Cop aún está haciéndose al sitio y Santa Cruz, recuperándose de su lesión.

Con todo, los 270 minutos que el Málaga CF suma sin marcar son la peor racha goleadora de Javi Gracia al frente del equipo, pero no los peores números recientes del conjunto blanquiazul. El año de Bernd Schuster, la temporada 2013/14, el conjunto blanquiazul sufrió dos graves sequías goleadoras que finalmente consiguió regatear para no caer en el abismo de Segunda.

La más grave, que supone la mayor sequía del equipo desde su vuelta a Primera División, se vivió entre la jornada 18 y 21. El conjunto blanquiazul llegó a sumar 475 minutos sin ver portería, hasta que Duda consiguió marcar al Sevilla (3-2) en La Rosaleda. Poco antes, entre la jornada 8 y la 11 también llegó a estar hasta 389 minutos sin ver portería. Santa Cruz acabó con esa sequía también en Martiricos contra el Betis.

Sin embargo, en lo que a arranques se refiere, hay que remontarse a la campaña 2008/09 con Antonio Tapia en el banquillo para vivir un arranque goleador tan nefasto. Entonces, el Málaga sumó 393 minutos sin ver puerta, o lo que es lo mismo, no marcó hasta la quinta jornada, contra el Valladolid en La Rosaleda. Lolo, cedido entonces por el Sevilla, fue el ejecutor del primero de muchos goles que llegaron después. Ése fue un buen año para el Málaga en su vuelta a la elite.

Pese a todo, el peor registro malaguista en Primera sin marcar data de la temporada 2004/05 con Gregorio Manzano al mando, repartidos en cinco partidos y los minutos que transcurrieron desde el tanto de Gerardo al Betis en la jornada 9 (1-1, 42’), al gol de Amoroso al Levante (1-0, 46’) en la jornada 15. Una dura travesía por el desierto que casi pudo costar el descenso ese curso.

Ahora el Málaga juega contra los adversarios y también contra su propia ansiedad. Gracia ha buscado alternativas, pero no ha dado con la tecla. Ha utilizado en ataque a todo su arsenal ofensivo, los ha variado en las tres primeras jornadas ligueras y ha conseguido el mismo efecto. Charles, Cop y Amrabat ya han intentado darle el ansiado primer gol, pero aún se resiste. ¿Será la próxima jornada el fin de la sequía?