Isco Alarcón y el Málaga CF, pero lo que para el malagueño debería ser un motivo de celebración sobre el césped, casi se convierte en un auténtico calvario. Tras ocho enfrentamientos entre ambos, podría decirse que el conjunto blanquiazul es la kryptonita del talentoso benalmadense ya que nunca ha podido ofrecer su mejor versión contra el equipo de sus amores.

Que Isco es malaguista y presume de serlo no es una novedad, pero lo cierto es que al «22» blanco le cuesta jugar contra el conjunto de su corazón y que le asentó en la elite en Primera División.

Hasta en ocho ocasiones ha jugado el malagueño como rival malaguista. Y sus partidos no han tenido brillantez. De hecho, incluso fue expulsado en una ocasión en La Rosaleda.

En sus ocho enfrentamientos, Isco no ha sido capaz de marcarle nunca al Málaga CF. Es previsible que si ese día llega, tampoco lo celebre el ahora madridista.

Eso sí, el balance para el Real Madrid es demoledor con Isco en el campo ya que en esos ocho enfrentamientos han ganado seis y han empatado dos. Y aunque Isco no ofrezca su mejor versión, sí es una pieza más en el engranaje blanco.

En cualquier caso, y ya sea por una razón o por otra, el Málaga consigue descentrar al malagueño. Sólo en el último enfrentamiento, en La Rosaleda la temporada pasada y jugándose el título de Liga el Real Madrid, Isco pudo sumar una asistencia de gol. Hasta entonces no había tenido incidencia directa en los resultados. Un dato curioso para un jugador que amasa gran creación de juego en asistencias y goles.

Ahora Isco Alarcón llega a la cita en un gran momento de forma y apunta de nuevo a titular, tras no jugar ni un minuto el pasado martes en el encuentro de Liga de Campeones contra el Apoel de Chipre. Zidane quiere que el malagueño sea decisivo este sábado, por lo que saldrá de inicio en un Madrid que está a diez puntos del liderato. Precisamente la situación de Isco contrasta con la del Málaga CF, que llega a la cita en un momento muy delicado, en puestos de descenso y sin saber lo que es puntuar lejos de casa.

El malaguismo, que encumbra a Isco en una relación de amor recíproca, espera una vez más un guiño del de Arroyo de la Miel, como tantas veces ha hecho fuera de las canchas de juego. No suele ser un partido más para el Málaga CF medirse al conjunto blanco, pero tampoco lo es para Isco, que algún día volverá a vestir la blanquiazul. Mientras, la kryptonita debe seguir haciendo efecto.