La afición del Málaga CF dictó sentencia el domingo y señaló a sus culpables por el descenso a Segunda División, tras 10 temporadas en la élite. Al-Thani, José González, la plantilla y Al-ThaniMario Husillos, pero en realidad no fue un juicio justo. Y es que, ni el jeque Al-Thani ni sus hijos, consejeros del club, ni tampoco los directivos más visibles como Mario Husillos o Joaquín Jofre, acudieron ayer al palco de La Rosaleda para dar la cara y estar presente en el plebiscito que se vivió desde la grada.

Nadie esperaba al jeque anteayer en La Rosaleda, recluido en Catar y solo comunicándose a través de una entrevista en La Opinión y después con un comunicado estéril firmado por él y su consejo de administración tras certificarse el descenso. Pero sus hijos sí están en Málaga. Nasser, vicepresidente del club y consejero delegado; Nayef, consejero; Rakan, también consejero y Hayman, declinaron presidir el partido en el palco y prefirieron evitar el escarnio público, pese a tener un sueldo de más de un millón de euros y una línea de crédito abierta por parte del club.

Así, la imagen del palco el domingo, con el Málaga ya descendido y con la afición esperando respuestas, pone a las claras la sensación de abandono que vive el equipo cuando más necesita una figura visible que canalice todos los errores que se han cometido en los últimos meses.

La afición señaló a Al-Thani como principal culpable, pero no fue el único. Mario Husillos, director deportivo, y la directiva actual también fueron foco de las críticas. Tampoco estuvieron presentes el domingo. Husillos, con un viaje programado desde hace semanas a Argentina para tratar de colocar allí a jugadores como Esteban Rolón o Emanuel Cecchini, prefirió no cambiar de planes y cruzar el charco pese a que se certificara el descenso. La afición le pidió su dimisión en la primera vez desde que Husillos ostenta el cargo en sus diferentes etapas en el club. Joaquín Jofre, abogado del club y que tanto internamente como de cara a la Federación y la Liga ejerce como director general sin tener ese reconocimiento del jeque, tampoco estuvo presente en el partido. El directivo estaba fuera de Málaga.

En cuanto a las instituciones, aunque el alcalde Francisco de la Torre o el presidente de la Diputación Elías Bendodo no suelen acudir con frecuencia a la zona noble de Martiricos, quizás la situación del equipo requería su presencia allí. Es cierto que el domingo en Málaga hubo muchos eventos, como la VI Carrera Contra el Cáncer o la Final de la Copa de la Reina y cuadrar agendas es complicado.En representación de las instituciones estuvieron Luis Verde, director técnico de las áreas municipales de Juventud y de Deportes y Cristóbal Ortega, diputado de Deportes.

Una vez más, Francisco Martín Aguilar fue el representante del club en la zona noble y el que aguantó el chaparrón como anfitrión de directivos de la Real Sociedad y políticos. El consejero consultivo, malaguista de pro y apegado al club desde hace más de tres décadas, se ha convertido en el icono del malaguismo. Sus lágrimas sinceras el pasado jueves en Valencia, tras sellar el equipo su descenso a Segunda, han calado en la afición y el domingo fue el único que recibió el apoyo y el cariño de una marea blanquiazul huérfana.

La imagen del palco, desangelado y sin una figura representativa que amortigue la situación de incertidumbre que vive el club, no ayuda a que el malaguismo confíe en el próximo proyecto del club en Segunda División.