Las sanciones económicas que prevé la ordenanza que regula la convivencia en los espacios públicos, y que la corporación municipal de Marbella abordará en pleno este viernes, por practicar el nudismo o el torsonudismo en verano en las zonas que no estén habilitadas oscilarán entre los 300 y 750 euros.

La normativa considera una infracción leve transitar o permanecer en los espacios públicos en bañador «u otra prenda similar» por motivos de estética e higiene, salvo en zonas concretas, como piscinas, playas, accesos al litoral y el paseo marítimo.

También se prohíbe realizar en los espacios públicos actividades que «puedan causar daños a las personas o bienes, molestias a la ciudadanía o molestias como consecuencia de la falta de respeto a las pautas mínimas generalmente admitidas en relación con la forma de vestir de las personas que transitan por un espacio público» en referencia a los objetos utilizados en las despedidas de solteros.

La ordenanza señala que la Policía Local apercibirá a las personas que cometan la infracción para que corrija su comportamiento e informará del contenido de la normativa. Si el infractor persiste, los agentes formularán una denuncia que podría suponer la sanción económica.

El gobierno local trata así de atajar los casos de viandantes que transiten por el municipio vestidos únicamente con bañador y que fueron especialmente frecuentes el pasado verano, lo que suscitó un debate sobre el tipo de turismo que visitaba el municipio, y que este año ya se han visto.

Diferentes personas grabaron a finales de la semana pasada a un turista que se bañaba en una de las fuentes de la plaza Antonio Banderas, una de las zonas más transitadas de Puerto Banús.

El reglamento, previsiblemente se hubiera podido aplicar en este caso, ya que la plaza Antonio Banderas es una zona transitada, se encuentra a una distancia considerable de la playa y colinda con una gran superficie comercial.

La ordenanza, de 70 páginas de extensión, se compone de 84 artículos y reemplazará a la de 2011, «superada por la realidad de nuestro país y los cambios en las costumbres y hábitos de los turistas», según explicó ayer el concejal de Vía Pública, José Eduardo Díaz.

La ordenanza se inspira en otras de ayuntamientos como el de Barcelona, Madrid o varios de la zona de Levante y cuenta con aportaciones de la dirección de Puerto Banús, la Policía Local y Nacional, la Delegación de Limpieza, el Consejo Asesor de Comercio o la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol.

«Se trata de un texto extenso, fruto de un arduo trabajo, que aborda todos los aspectos que pueden incidir en la mejora de la convivencia en los espacios públicos y la imagen de Marbella», agrega el concejal.

La ordenanza permanecerá en fase de exposición pública durante un mes una vez que la corporación municipal la apruebe de forma inicial, previsiblemente en el pleno de este viernes. Posteriormente, el texto volverá a someterse a una sesión plenaria para que la corporación municipal lo saque adelante de forma definitiva.