En cuestión de minutos, algunos de los bañistas de la playa Bahía Marbella desearon tener prismáticos en lugar de bocadillos. A otros, directamente, se les atragantó el bocado tras encontrar entre flotadores y manguitos a dos simpáticos pececitos con cara de tiburón.

No eran especialmente grandes. Se trataba de dos escualos, como científicamente se les denomina a su especie. Uno de apenas un metro y una cría bastante más pequeña, según confirmaron a este diario fuentes municipales.

Sin embargo, tanto les impuso su presencia a algunos que dijeron ver hasta tres. No obstante, el pánico no se apoderó ni mucho menos de la playa. No eran más allá de la una de la tarde cuando se avistaron por primera vez y algunos curiosos se atrevieron a seguirlas la pista hasta la playa de Pinomar, donde se les volvió a ver a las tres.

Para evitar problemas, el servicio de emergencias 112 y Protección Civil recomendaron el desalojo de las playas, concretamente de las aguas, por donde rondaron estos animales. Concretamente desde la costa de Pinomar hasta la de Río Real.

La Guardia Civil y miemtros del Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas llegaron a intervenir en el acontecimiento. Tanto ellos como algunos componentes de Protección Civil trabajaron desde las embarcaciones para sacar a estos pequeños tiburones del litoral y guiarles mar adentro.

La bandera roja, que indica peligro en las playas, ondeó a lo largo de la zona descrita. De ahí que muchos de sus ocupantes optaran por salir de la zona. "Si no nos podemos bañar, para qué vamos a quedarnos aquí", exclamaban.

"No hemos pasado miedo, pero si preocupación", señalaron. "Ni hemos querido bañarnos ni hemos dejado a nuestros hijos que se bañen, por si acaso", insistieron.

Otros bañistas, sin embargo, quisieron aprovechar al máximo su último día de vacaciones. Ayer fue 31 de agosto y la ´amenaza´ de la víspera de septiembre pudo mas que dos pequeños escualos que, al parecer, por desorientación emprendieron una excursión más cerca de la orilla de lo habitual.