­Si hay una preocupación especial que ha conectado con el equipo de gobierno popular en la Diputación es la imperante voluntad de sacar a relucir su capacidad de gestión al frente de la institución provincial. Cada vez que se le brinda la posibilidad, Elías Bendodo, responsable último en la calle Pacífico, alaba la trayectoria positiva que habría enfilado la Diputación desde que el PP accediera al poder en 2011. A diferencia del equipo de gobierno socialista precedente, tildado de derrochador y poco eficiente, Bendodo presume de haber encontrado el balance entre una política austera, basada en la contención de gasto, y una inversión en la que se destina ya más dinero a los pueblos que nunca antes en la historia. En concreto, la Diputación ha cerrado el ejercicio económico del año 2015 inyectando unos 86 millones de euros a los diferentes municipios de la provincia. Una cifra que se traduce, según el PP, en un grado de ejecución presupuestaria que asciende hasta el 87 por ciento.

Con estos datos sobre la mesa, Bendodo compareció ayer rebosante de optimismo y acompañado por la diputada de Economía y Hacienda, María Francisca Caracuel, para presentar el avance de la liquidación del presupuesto de la Diputación correspondiente al ejercicio 2015. Según las declaraciones del presidente, el curso que ahora ha finalizado ha sido pródigo en inversión y ha servido para confirmar que la «austeridad no funciona si no se gasta con sentido».

Haciendo un balance a conjugar entre los años que lleva el PP al frente de la Diputación, Bendodo destacó el apartado de pago a proveedores y resaltó la capacidad de su equipo para afrontar las facturas acumuladas. El presidente de la institución señaló que, desde 2012, el sector empresarial habría recibido pagos por el valor de unos 145 millones de euros. «Estamos ante una institución saneada que no se ha tenido que acoger a ningún plan de pago a proveedores», incidió Bendodo. En relación al grado de ejecución presupuestaria, no se reprimió en hacer un uso partidista de las cifras y aseguró que el anterior equipo de gobierno, formado por PSOE e IU, «se ejecutaba el 62 por ciento», mientras que «el resto se dejaba sin gastar y sin invertir». Según Bendodo, un dinero que se guardó en un cajón, mientras se acumulaban también las deudas a proveedores y empresas de Málaga.

Ahorro en gasto de personal. Si durante épocas más halagüeñas las instituciones se ufanaban en al aumento de las partidas presupuestarias dedicadas a los propios trabajadores, las estrecheces económicas han generado un giro en el sentir colectivo, y ahora se celebra la reducción del gasto de personal. En el caso de la Diputación, un ahorro de 18 millones de euros desde 2011, que sería «el reflejo de nuestra voluntad por racionalizar el sector público», según Bendodo. Aseguró, en todo caso, que el ahorro no se habría obtenido a través de la eliminación de duplicidades y de jubilaciones.