Entrevista | José Carlos Garín Presidente de la Agrupación de Cofradías

"Confío en que haya conciencia por solucionar el problema del líquido anticera"

El accidente sufrido del hermano mayor de la Estrella, que padece una fractura múltiple en su muñeca izquierda tras resbalar, puede ser un detonante para que el Ayuntamiento se dé cuenta de la peligrosidad de este producto

"La Agrupación va a seguir con su aspiración de mejorar el recorrido oficial, nuestras tribunas y los horarios de las cofradías", asegura

José Carlos Garín, presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga.

José Carlos Garín, presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga. / L. O.

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Seguramente pensó en otra Semana Santa distinta para estrenarse como presidente de la Agrupación de Cofradías, "una más tranquila, al menos", reconoce José Carlos Garín, pero la lluvia ha marcado este 2024 inevitablemente una edición que pasará a la historia como una de las más adversas, meteorológicamente hablando. Ante situaciones así, las cofradías pueden hacer poco o nada. Desde San Julián se ha hecho un trabajo muy intenso de coordinación, en la búsqueda también de las mejores soluciones, aunque después cada hermandad, de forma autónoma, ha decidido qué hacer. Unas arriesgaron y se vieron sorprendidas por la tormenta y, en otros casos, se optó por suspender las estaciones de penitencia y al final no llovió. Esta Semana Santa, con todo, también invita a la reflexión y a continuar con el proceso permanente de autocrítica para mejorar. Así lo entiende Garín, que en esta entrevista insiste en que hay que buscar una solución al líquido anticera. "Queremos que este tema siga abierto y sobre la mesa".

¿Es pronto para hacer balance de la Semana Santa de Málaga de 2024?

Me gustaría, no tanto por esperar por lo que vaya a pasar este Viernes Santo e incluso el Domingo de Resurrección, que también se prevé inestable, tener la posibilidad de hacerlo más en frío. Los balances que se hacen en caliente pueden ser equivocados, por apasionados, y a veces no objetivos. Hay que hacerlos con visión global y, por qué no, también después de recabar la opinión de otras personas, vertientes e incluso instituciones implicadas en la Semana Santa.

Usando exclusivamente datos objetivos, parece que nos encontramos ante la peor Semana Santa de la historia. Al menos meteorológicamente hablando.

No sé si será la peor de toda la historia. Recuerdo haber vivido alguna nefasta, de muchos días sin poder procesionar. El otro día también hablaba con un señor que me decía que en los años 50 no pudo salir ninguna. Lo desconozco. Seguramente algún historiador tendrá algo que decir al respecto.

En el ADN del cofrade también está la lluvia y saber afrontar estas situaciones

¿Supongo que hubiera deseado un estreno bien distinto como presidente de la Agrupación?

Me hubiera gustado una Semana Santa más tranquila, al menos. Seguro que sí. Pero esto es lo que Dios manda. En el ADN del cofrade también está la lluvia y saber afrontar estas situaciones. Mi cofradía de la Salud tuvo que suspender su estación de penitencia este Domingo de Ramos, pero, sin embargo, tuvimos la oportunidad de vivir un gran día de convivencia interna. Los nazarenos pudieron disfrutar de sus titulares como nunca, estrechamos muchos lazos afectivos y de cariños. Quizás este año Dios ha querido que trabajemos más la vida interna de la cofradía y de la procesión con nuestra gente dentro de nuestras casas hermandad. Esta Semana Santa me ha tocado a mí como presidente y a todos.

Vayamos ahora a lo concreto. ¿Cree que esta Semana Santa, quizás por la inestabilidad meteorológica que ha podido hacer que pase más inadvertido, se ha consolidado el nuevo recorrido oficial o al menos no ha recibido tantas críticas?

Quizás pueda repetirme, pero creo que tanto las autoridades, el público y las cofradías ya han asumido la realidad del nuevo recorrido oficial, que insisto, no es irreversible, pero no podemos estar cuestionándolo constantemente y menos sin tener alternativas francas. Es, al menos, mi opinión. Pero repito, esto no está grabado a fuego ni en piedra esculpido. Es lo que tenemos con las premisas y variables que teníamos hasta ahora y con ellas estamos actuando. Por eso creo que hay que seguir trabajando en mantener y mejorar lo que tenemos. Puede que haya pasado este año más inadvertido, porque también el posicionamiento de las cofradías, que en definitiva son las que marcan la pauta, ha podido cambiar y ya trabajan con el horizonte de que este es nuestro itinerario común.

No podemos estar cuestionando constantemente el nuevo recorrido oficial y menos sin tener alternativas francas, aunque insisto, esto no está grabado a fuego ni en piedra esculpido

El líquido anticera es una pesadilla y con la caída del hermano mayor de la Estrella se ha confirmado su peligrosidad. ¿Cuándo se dará cuenta el Ayuntamiento y dejará de aplicarlo?

No sé. Desde la Agrupación se lo hemos transmitido muchas veces. Como ciudadanos entendemos que hay que buscar un sistema de limpieza que sea efectivo y ahorre costes para la ciudad. Ahí el Ayuntamiento nos va a tener siempre a su lado, apoyando. Pero está claro que se trata de un asunto que no está resuelto, aunque aparentemente una parte quiera darle carpetazo. El líquido puede ser efectivo para facilitar la limpieza del pavimento, pero los efectos colaterales, el peligro para las personas, el daño que provoca en las túnicas y capas, no se acaban de solventar. Por eso, en la Agrupación, queremos que este tema siga abierto y sobre la mesa. Entendemos que en España, en Andalucía y en Málaga hay talento suficiente para encontrar una alternativa que deje contenta a todas las partes, no solo a Limasam.

¿Por qué el Ayuntamiento no acepta que sus presupuestos tienen que asumir el gasto en limpieza de la cera de los nazarenos como en Carnaval hace con los papelillos, en San Juan con la basura de las moragas o en Feria con todo tipo de suciedades, algunas indescriptibles?  

Podemos entender que la retirada de la cera es más compleja que limpiar otro tipo de residuos. Respeto la opinión de los profesionales en este sentido.

Pero la Semana Santa contribuye también a Málaga con un valor añadido que no aportan otras celebraciones...

Indiscutiblemente. Por eso insistimos en buscar una solución que sea la mejor de la ciudad, porque los cofrades también somos ciudadanos. Y ahí estaremos. Lo que no queremos es que este asunto se dé por resuelto, porque no lo está. A día de hoy no se ha encontrado aún una solución satisfactoria.

¿Ha podido hablar con Teresa Porras o algún responsable municipal de este tema tras el Martes Santo?

No hemos vuelto a hablar. Pero es que también hemos tenido una Semana Santa de demasiadas eventualidades. Pero creo que hay conciencia e inquietud por solucionar este problema.

Aforamientos. Siguen siendo excesivos y el público se queja. ¿Aquí también se puede decir que los cofrades se pueden sentir discriminados?

No sé qué decir, porque no depende de la Agrupación para nada. Son los responsables de la Policía y de Protección Civil quienes valoran en cada momento momento los riesgos para la población y quienes tienen que tomar decisiones buscando siempre el bien general.

El Miércoles Santo se impidió el paso por toda la calle Molina Lario cuando solo estaba El Rico en procesión

Los flujos de personas obligan, a veces, a tomar decisiones. Nosotros no decimos nada en ese sentido, porque no tenemos ni capacidad ni conocimiento. Pero está claro, no hace falta ser policía para saberlo, que cuando solo hay un punto de atracción, y no siete, como ocurrió el Miércoles Santo, es más que probable que el público se concentre en ese punto en vez de que se disperse. Yo estaba en el acto de liberación del preso del Rico y en la plaza del Obispo y sus aledaños no se cabía. Y es verdad que ha habido que tomar decisiones muy sobre la marcha en muchos momentos. Aquí me gustaría agradecer el esfuerzo enorme que ha hecho la Policía Local para adaptarse a nosotros, mover operativos, cambiar horas y calles, debido también a la lluvia. Y siempre han estado a disposición de las cofradías.

Sin embargo, y pese a la prohibición expresa en el bando del alcalde, no han hecho nada con la proliferación de sillas portátiles en la calle que impedían el paso del público y también conlleva muchos riesgos.

No puedo decir lo que no puedo. No tenemos potestad como Agrupación. Ellos son los que tienen que valorar los riesgos en cada momento. No somos nadie para opinar, porque seguro nos vamos a equivocar. Entiendo que todos tenemos que ser muy responsables y buscar un equilibrio. Sobre todos en días atípicos, que han abundado en esta Semana Santa, cuando la gente va a la llamada de lo que puede ver.

La Agrupación no se vende ni por 80.000 euros de subvención municipal ni por ninguna otra cantidad, pero las cofradías han de convivir con el resto de la ciudad

Hay quién opina que tanta prudencia se debe a una dependencia económica de las cofradías. ¿Cuánto reciben de subvención por parte del Ayuntamiento?

La subvención municipal que tiene la Agrupación y reparte entre las cofradías es pública y no supera los 80.000 euros. Pero vaya, la Agrupación no se vende ni por esta cantidad ni por ninguna otra. Lo que tenemos que pensar es que el Ayuntamiento es el que da las autorizaciones para todo. Y que los cofrades tenemos que vivir y convivir con el resto de la ciudad. La Agrupación ni hace, ni decide. Y Málaga, más allá de las cofradías, tiene otro ritmo.

¿En qué estamos convirtiendo la Semana Santa?

No sé a qué se refiere.

A que quizás las formas, superficiales en muchos casos, hayan superado al fondo...

Yo represento a 41 cofradías. La Agrupación siempre va a respetar la idiosincrasia, la forma de procesionar y las peculiaridades de cada una.

No me refiero tanto a las cofradías, que también, como a la reacción de parte del público, incluso el público cofrade. ¿No cree que existen elementos que invitan a la preocupación?

En este aspecto puede ser verdad que se vean una serie de peligros para la Semana Santa. Pero hace 20 años eran otros. Y hace 40 años, otros. La Semana Santa siempre se ha visto acechada por distintas amenazas y siempre ha salido airosa. Los cofrades han afrontado tiempos peores y los han superado siempre a través de la autocrítica. Quizás ya nos hemos olvidado de lo que era la Tribuna de los Pobres en los años 80. En general, la Semana Santa ha ido a mejor, porque las hermandades no paran de revisar todo y están en un proceso permanente de prueba-error. Esta Semana Santa, sin ir más lejos, servirá también para sacar conclusiones. Incluso las que no han podido salir y han tenido que suspender sus estaciones de penitencia. Tendremos que valorar, por ejemplo, si hemos hecho bien los actos alternativos que se organizaron. Mantenemos la búsqueda de las mejores soluciones. Estoy convencido de que en cada época ha habido debilidades y fortalezas y estas últimas se irán imponiendo. Esto cíclico. Siempre hay riesgos, porque la Semana Santa es un acontecimiento tan popular no se puede someter a unas reglas o normas estrictas y ese amor y pasión que genera puede producir efectos de todo tipo.

La Semana Santa siempre se ha visto acechada por distintas amenazas y siempre ha salido airosa

¿Puede que haya habido un exceso de información a la hora de tomar la decisión de suspender algunas salidas?

La información nunca sobra. Si ahora contamos con más medios es mucho mejor que lo que pasaba antes, que estábamos esperando debajo de un toldo amarillo a que escampara para salir. Eso ahora ya no se concibe. Las cofradías pasan muchísimas horas en la calle y por respeto a lo que se hace, no tiene ningún sentido salir para no cumplir con esa función o para hacerlo estando asustados. Tener información nunca es malo. Otra cosa es cómo cada uno gestiona esa información de la que dispone. En general, a mí me tranquiliza.

¿Cómo han sido las reuniones celebradas con los hermanos mayores durante las mañanas con los pronósticos del tiempo encima de la mesa?

Muy intensas. Pero las previsiones a las 9.00 horas eran unas, a las 11.00 horas otras, y a las 16.00 horas volvían a cambiar. La verdad que hemos desarrollado un trabajo muy grande, colaborando estrechamente con cada cofradía, pero también con la Policía, con los propios medios de comunicación, con los equipos de trabajo de Sillas y Tribunas... Han sido días muy complicados en la búsqueda de alternativas. En ocasiones, hemos llegado a barajar hasta quince hipótesis distintas, variables de recorridos, planes B... Ha sido un maremágnum que nos ha tenido ocupados casi las 24 horas del día.

¿Considera que lo que ocurrió el Domingo de Ramos, que Prendimiento y Huerto apostaran por salir y les diluviara, ha podido condicionar algunas decisiones?

Creo que no. Cada cofradía tiene su forma de afrontar la amenaza de lluvia. Aunque tampoco lo puedo asegurar. Cada cofradía, y cuando digo cofradía me refiero a las personas responsables, tienen autonomía y su propia forma de decidir y de opinar.

Queda un año por delante para que el Resucitado pueda salir de la Catedral en 2025. ¿Lo cree posible o el asunto está enquistado?

Enquistado no está. Tengo un mandato de la junta de gobierno de la Agrupación de que el Resucitado pueda salir de la Catedral y con esa idea estoy. Este año ya se habían limado muchos problemas de tipo logístico que se habían encontrado en 2023, y que era precipitado de solucionar. Pero un informe, que está en acta, nos aconsejaba este año que, debido al mal estado de la mesa del trono del Cristo, no lo trasladáramos haciendo uso de grúa alguna. Se ha revisado ya la mesa y con seguridad asumiremos su reemplazo por una nueva el año que viene. Es decir, que seguiremos trabajando para lograr que la procesión del Resucitado salga de la Catedral. Pero una cosa es el enunciado, que es magnífico, grandilocuente y agradable para muchos, y otra distinta es la letra pequeña.

¿Y ahora qué?

¿Ahora? A seguir trabajando. Tenemos muchos retos y frentes abiertos. La Agrupación va a seguir con su aspiración de mejorar el recorrido oficial, nuestras tribunas y los horarios de las cofradías. Queremos seguir manteniendo la actividad cultural en nuestra sede, que hemos iniciado esta Cuaresma. Que, como cualquier cofradía, la Agrupación sea una entidad viva durante todo el año. Que no paremos. Haremos, a partir de la misma semana de Pascua, una revisión profunda de esta Semana Santa, de todo lo que hemos hecho, y estoy convencido de que seremos capaces de encontrar muchos márgenes de mejora.