­En el currículum de Borja Vivas ya brillan con luz propia cinco títulos de España al aire libre y seis en pista cubierta. Once medallas de oro. Once confirmaciones de que es el mejor lanzador de peso de nuestro país. El domingo por la tarde quedó patente en el Campeonato de España de Castellón que semejante historial no ha sido un «paseo» para el malagueño, subcampeón de Europa al aire libre el pasado verano. Vivas vivió el Nacional más vibrante y emocionante que ha sufrido en sus carnes. «Ha sido un toque de atención y esto me hará ser mucho más fuerte», dice ahora Borja, un día después de lograr una nueva presea dorada para su infinita colección de títulos.

Vivas ha sufrido un calvario desde que hace tres meses, en una concentración con la selección en Tenerife, sufrió un pinchazo en la espalda. La dolencia fue a más y no había forma de encontrar su procedencia. «Hasta me hicieron una resonancia magnética en Madrid porque pensaban que era una hernia», explica Borja, que anoche regresó a Málaga, tras hacer parada en Valencia.

El problema en la espalda le ha hecho cambiar su mecánica de lanzamiento, su punto fuerte. De ahí que tras su brillante 20.66 este invierno en pista cubierta, apenas ha logrado regresar a los 20 metros, cuando Borja ya se había acostumbrado a lanzar la bola más allá de los 21 metros. Este paso atrás ha estado provocado, finalmente, por una lesión en el psoas. «Es un músculo muy importante, que une la cadera y la espalda. Hasta que no se localizó el problema hemos dado palos de ciego y eso ha influido en el rendimiento. Los médicos me recomendaron descanso, pero yo no puedo parar ahora. Así que estoy con infiltraciones y fisioterapia», explica.

Su cambio de técnica ha rebajado el ángulo en el que la bola sale de su brazo. «He revisado los tiros que he hecho en el Nacional, y me salen rectos, cuando mi mayor virtud, gracias a mi altura, es que puedo darle más ángulo y ganar distancia ahí. Pero, sin quererlo, he cambiado la mecánica por el dolor y ahora he de corregirlo de aquí al Mundial de Pekín, a finales de mes», se autoimpone.

El Nacional ha supuesto un buen toque de atención, porque tras años dominando la disciplina, tras la retirada de Manolo Martínez, ahora tiene rivales serios. De hecho, el malagueño se resignaba el domingo al segundo puesto, por detrás del cubano nacionalizado español, Yioser Toledo, que le adelantó con un tiro de 20.23 metros, mejorando los 19.90 de Borja. Al malagueño le tocó la fibra sensible que otro competidor, Carlos Tobalina, incluso le robara su segundo puesto con 19.92.

«Yo tenía un último lanzamiento y me dije que no era posible. Una cosa era ser subcampeón y otra tercero. Logré sacar los 20.28 y pasar del bronce al oro», narra. Luego Toledo hizo nulo y Vivas amarró su «quinto título al aire libre». «Son muchos ya. Cinco oros más otros seis en pista», repasa.

Ahora, toca recuperarse al cien por cien. Además del psoas, Vivas ha sufrido problemas, al cambiar su mecánica, en el músculo piramidal (junto al glúteo), por lo que su meta es recuperarse físicamente para el reto mundialista de Pekín.