Jugar la próxima Copa del Rey de Vitoria y volver a llenar las gradas del Martín Carpena. Esos son los dos grandes retos que tiene el Unicaja por delante en este final de año y de cara al inminente inicio de 2013. El primero está a tiro de ganar tres o cuatro partidos en las próximas seis jornadas. Difícil, pero no imposible. El otro, el de recuperar masa social, es el que tiene peor solución y trae de cabeza a los dirigentes verdes.

La verdad es que los datos son preocupantes.

El Unicaja ha perdido en los diez primeros partidos jugados en Málaga esta temporada la friolera de 27.842 espectadores respecto al mismo número de partidos en el inicio de la campaña anterior. La temporada 2011/2012 acudieron al Palacio 89.400 seguidores en las diez primera citas del equipo ante su afición. Esta temporada, sin embargo, las cifras oficiales del club hablan de 61.558 aficionados en esos mismos 10 partidos, un ¡¡32.1%!! menos. Por decirlo de otra manera, de cada 100 aficionados que acudían al Carpena antes, 32 se quedan ahora en casa. Un dato aterrador.

En Los Guindos ya no saben qué hacer. El esfuerzo del club el pasado verano por hacer una plantilla competitiva está fuera de toda duda. Se rompió con el pasado y se «fabricó» un nuevo plantel que a pesar del irregular inicio ha cumplido con creces en la Euroliga y sí es verdad que está algo más apurado en la Liga Endesa, pero todavía tiene sus opciones intactas de jugar la próxima Copa del Rey.

Los precios de los abonos no se incrementaron el pasado verano y se han buscado todo tipo de ofertas. Hay localidades para acudir a los partidos a todo tipo de precios, se ha hecho un pack muy económico para los partidos de diciembre (entre ellos, el del Barcelona), descuentos por venta anticipada a través de la web, descuentos por la compra de entradas para dos partidos consecutivos...

El departamento de márketing ya no sabe qué inventar para recuperar a la «marea verde», que sin embargo no acaba de engancharse. Más bien al contrario, si tenemos en cuenta que las dos peores entradas de la temporada corresponden a los dos últimos partidos: 5.200 ante el UCAM Murcia de Berni Rodríguez y 5.400, el pasado domingo en la visita del Obradoiro (siempre según las cifras oficiales facilitadas por el propio club).

No se trata ahora de buscar culpables y sí intentar encontrar soluciones. Pero atrás queda aquella racha de llenos consecutivos, la famosa lista de espera para hacerse abonado verde o la petición casi desesperada de aumentar el aforo de un Palacio que tiene ahora poco más de 11.000 asientos y una segunda ampliación planificada que ha quedado en el olvido, por ahora.

La crisis económica, el buen papel del Málaga CF, la dispersión de horarios, la poca difusión del baloncesto en las distintas televisiones... Hay múltiples causas con las que explicar la baja afluencia de espectadores. En el club se continúa trabajando a destajo en busca de reconducir la situación. Es evidente que el equipo necesita a su afición. Con el Carpena lleno se han perdido muy pocos partidos en toda la historia. De los diez partidos que el equipo ha jugado en casa esta temporada ha ganado siete. En muchos, además, ha jugado un buen baloncesto. Pero la «marea verde» sigue reticente a volver al Palacio.

Sólo en un partido se han superado los 7.000 aficionados. La mejor entrada en lo que va de temporada en el Martín Carpena se produjo en el partido de la segunda jornada de la Liga Endesa -el primero en casa-, el pasado 7 de octubre. Fue en la visita del FIATC Joventut, que congregó a 8.000 espectadores en las gradas. Ningún otro día ha habido más de 7.000 espectadores. En Euroliga, el récord, son «sólo» 6.300.