Will Thomas se ha convertido en un jugador imprescindible para Joan Plaza. Tanto, que el ala-pívot americano con pasaporte europeo es el interior que más minutos está en pista (21:50), superando incluso a Fran Vázquez (20:45). Jugador complementario, que Plaza aprovecha tanto para los puestos de «cuatro» y «cinco», el club ha sondeado su futuro en Málaga durante la Copa del Rey celebrada en Las Palmas.

El presidente, Eduardo García, y el gerente, Ángel Bordes, se reunieron con su agente, el italiano Mario Scotti, en el hotel Santa Catalina, el cuartel general del equipo durante la Copa del Rey. Y las dos partes han quedado emplazadas a una entrevista en las próximas semanas para ir cerrando cabos sobre la continuidad del jugador de 2,01 metros en Málaga.

Thomas, que promedia 7,7 puntos (55% en tiros de dos y 34,5% en triples), 4,1 rebotes y 8,7 de valoración tiene otro año más firmado con el Unicaja, aunque las dos partes tienen una opción de corte una vez que finalice la competición española.

En su compromiso ya se especifican las cantidades que el jugador tiene asignadas para el próximo curso, y es ahí donde ha surgido alguna discrepancia. A nadie se le escapa que el estadounidense está cuajando una estupenda temporada. De hecho, vino como un jugador secundario en el juego interior, muy complementario, un «cuatro y medio» para ayudar y dar descanso a los titulares. Pero los problemas de adaptación de Caleb Green -que parecen en vías de solución- le dieron un rol mucho más protagonista de lo esperado en un principio.

Así las cosas, el deseo del jugador es incrementar el salario que ya tiene estipulado en su contrato para el curso que viene, siempre que el Unicaja apueste por su permanencia, algo que parece, a día de hoy, fuera de toda duda. Ni Plaza ni el propio club son partidarios de realizar demasiados cambios en el plantel, porque se entienden que la plantilla crecerá conforme más tiempo lleve junta y los jugadores tengan mejor conocimiento de la Liga y sus compañeros.

El Unicaja comprende la petición y ha emplazado al agente del jugador a otra toma de contacto en el mes de marzo o abril, una vez que también se aclare el futuro del equipo y de la próxima plantilla.

El club es consciente de que Thomas ha proyectado su imagen en el equipo y que su buen año puede llamar la atención de clubes importantes del panorama europeo. Además, el propio jugador posee una cláusula de escape para cortar unilateralmente su contrato una vez que finalice el curso. Es, además, una cantidad que cualquier equipo importante puede afrontar sin problemas, algo similar a lo que ocurrió con Vladimir Stimac el pasado curso. Se trata del 10% de la ficha del jugador este curso. Así que abonando unos 35.000 dólares podría rescindir su contrato. Pero ésa es una situación que ahora Thomas ni se plantea, porque es muy feliz en Málaga, donde vive con su familia.

Thomas sufrió un virus hace un mes que le ha hecho rendir por debajo de su nivel durante un par de semanas, pero de nuevo ha retomado la forma. El ala-pívot es de los pocos que ha jugado los 40 partidos que ha disputado el equipo este año, sin perderse un solo choque, ni en Liga, Euroliga y Copa.