Quizá hoy las matemáticas pongan fin al sueño del Top 8 de la Euroliga, que desde muy pronto en este Top 16 nació torcido. Aún existen remotísimas opciones, con triples empates finales y cuentas que, de sólo hacerlas, marean. De ahí que se trata, a partir de ahora, de tratar de disfrutar un poco en una «Eurotemporada» que le ha sido esquiva al Unicaja. Mereció más, pero no fue capaz de ganar más partidos. Y ahora, con su segundo peor balance de triunfos en sus 15 participaciones en la mejor competición continental, ha de remar contra Fenerbahce, Nizhny Novgorod y Baskonia para endulzar el curso y acabar el Top 16 con mejor sabor de boca.

La primera prueba será en Estambul, donde el equipo llegó por la tarde y hoy se medirá al líder del Grupo F, un poderosísimo Fenerbahce. Los turcos dan miedo, la verdad. En las tres últimas semanas han logrado una machada casi inigualable: ganar al CSKA en Moscú (75-81) y hacer lo propio con el Olympiacos en El Prieo (64-73). Invictos en las ocho últimas jornadas, el rey de reyes de la Euroliga, Zeljko Obradovic, ha encontrado por fin la partitura perfecta. Su constelación de estrellas (Goudelock, Bogdanovic, Preldzic, Bjelica, Vesely...) ya brilla con luz propia. Obradovic es consciente de que ser campeón de grupo será vital en el cruce del Top 8 y quiere seguir mandando y dominando.

El Unicaja haría bien en guardar naves, pues su batalla es la del domingo, ante el UCAM Murcia. Aunque Joan Plaza ya ha advertido de que irán a ganar, lo cierto es que por fin tiene a toda la plantilla sana -excepto a Kostas Vasileiadis- y no dejará de mover el banquillo para repartir minutos y no castigar a jugadores que necesitará más adelante. En el ADN de este Unicaja palabras como sobrevivir y competir destacan, por lo que, sin presión, los verdes quieren sorprender.