El Unicaja arrancó el pasado fin de semana, con la Supercopa de Gran Canaria, la temporada más exigente de los 41 años de historia del club. Por delante tiene 64 partidos oficiales (son 65 contando el del viernes pasado ante el Valencia), con la disputa de la Liga Endesa y de la nueva Euroliga de 16 equipos que juegan a doble vuelta todos contra todos (30 jornadas de Fase Regular).

Si a estos partidos ya asegurados, unimos la casi segura presencia de los de Joan Plaza en la Copa del Rey del próximo mes de febrero, que se disputará también en el Gran Canaria Arena de Las Palmas, y de la posibilidad de estar también en los play offs europeos y ligueros, pues a poco que le vayan las cosas medianamente bien, el equipo sobrepasará este curso los 70 partidos disputados, unos cuantos más de lo que suele ser habitual en una campaña «normal».

Hasta la fecha, la temporada con más partidos en la historia cajista es la inolvidable 2005/2006, la que terminó con el equipo levantando el título de Liga en el Buesa Arena de Vitoria. Aquel curso, el Unicaja de Sergio Scariolo jugó 69 partidos, de los cuales los 11 últimos fueron los del play off por el título (3 en cuartos contra el Estudiantes, 5 en semifinales contra el Joventut y 3 en la finalísima contra el Baskonia). La temporada pasada, por ejemplo, el Unicaja jugó en todo el curso 61 partidos, cuatro menos de los que ya tiene programados para esta 2017/2018, sin contar los que lleguen «extra».

El primer gran maratón competitivo arrancará el próximo domingo en Murcia. El Unicaja jugará en la pista del UCAM el primero de los ¡10 partidos! que tendrá que jugar a lo largo del mes de octubre. Concretamente se concentrarán en 29 días, con lo que la media sale a un partido cada menos de 3 días. Una auténtica barbaridad. Solo un dato para entender el volumen competitivo que tendrá que soportar el Unicaja: en el mismo espacio de tiempo que los verdes van a jugar una decena de partidos en octubre, el Málaga CF jugará solamente cuatro (3 de Liga y 1 de Copa).

El equipo jugará en solo cuatro semanas y un día la friolera de seis jornadas de Liga Endesa y las cuatro primeras de la Euroliga. De ellos, cinco partidos serán en el Martín Carpena (Burgos, Fenerbahce, Real Betis, Brose y Estudiantes) y otros tantos serán fuera de Málaga (Murcia, Fuenlabrada, El Pireo, Madrid y Valencia).

Jugar 10 partidos en un mes es algo muy poco habitual, aunque no será la primera vez en la historia de los verdes. El curso pasado, por ejemplo, también jugó 10 choques oficiales en el mes de marzo, en el que el Unicaja alternó la Liga Endesa con los play off de la Eurocup ante el Bayern Múnich (cuartos de final), el Lokomotiv Kuban (semifinales) y los dos primeros duelos de la final europea ante el Valencia Basket. La cuestión es que lo que el curso pasado fue algo anecdótico, ahora será normal ya que en diciembre, en enero y en marzo le esperan otros 10 partidos por mes.

La exigencia competitiva incide en varios aspectos. Para empezar, Joan Plaza tiene a sus órdenes la plantilla más larga de la historia del club. Nunca antes hubo 14 jugadores (sin contar canteranos) en el primer plantel verde. También será muy distinto el día a día del equipo, con muchos más partidos y muchos menos entrenamientos. Habrá muchos viajes, muchas noches fuera de casa, muchas horas de aeropuertos y un desgaste físico que el cuerpo técnico tiene que equilibrar para que el equipo llegue en las mejores condiciones posibles al final de la temporada, cuando estén los títulos en juego.

Los grandes beneficiados de este sinvivir que se avecina en el entorno del Unicaja son, sin duda, sus aficionados. La «marea verde» se va a hartar de ver a su Unicaja. Los mejores equipos del mundo, fuera del universo NBA, vendrán este curso al Carpena. Algunos de ellos, incluso, más de una vez.

No hay duda. Estamos ante un año ilusionante, de mucho vértigo, pero muy ilusionante. El año del regreso del equipo a la máxima competición del baloncesto continental. Una temporada que será un no parar continuo.