Brecha salarial

Las funcionarias ganan 10 euros menos al día que sus compañeros en la Junta de Andalucía

Las mujeres son una mayoría entre los trabajadores de la administración, se concentran en los puestos de menor rango y piden más medidas de conciliación

Una funcionaria de Hacienda atiende a una contribuyente durante la campaña de la renta.

Una funcionaria de Hacienda atiende a una contribuyente durante la campaña de la renta. / JUAN CARLOS CAVAL

Victoria Flores

Cuando alguien entra en una sede de la administración pública ve mujeres. Hay mujeres sentadas atendiendo a la ciudadanía, mujeres llevando papeles de un sitio a otro o mujeres que se asoman tras las puertas de las oficinas, pero esa imagen no es tan común en los despachos de los cargos superiores. En el empleo público no existen diferencias salariales entre hombres y mujeres, pero ellas cobran 10 euros al día menos que ellos.

Aunque la Consejería de Igualdad anunciara este lunes que la brecha salarial ha caído cinco puntos en Andalucía, en la función pública las mujeres cobran todavía un 12,71% menos que los hombres. En concreto, los hombres ganan 81,48 euros al día mientras que las mujeres reciben 71,12 euros. En el empleo público las mujeres se concentran en los niveles más bajos de la empresa pública, los hombres abundan en los puestos de poder, esto hace que, en conjunto, las mujeres cobren menos de media. De hecho, el porcentaje femenino en los puestos directivos o 'predirectivos' en la Administración autonómica no llega al 40%.

En los últimos 15 años la función pública ha experimentado una feminización que supera el 60% desde 2015, según los últimos datos de la Junta de Andalucía las mujeres suponen ya el 63,5% de la plantilla. Esta "sobrerrepresentación" femenina, como señalan desde la Junta, se produce en todos los tramos de edad, aunque es más acentuado entre los 25 y los 35 años, donde el 66% son funcionarias y desciende a partir de los 60, cuando hay una mayor paridad.

La Junta achaca esta desigualdad en los sueldos de sus trabajadores a que el empleo público replica los roles de género que aún hoy se mantienen en la sociedad. En los sectores más técnicos hay un amplio número de hombres, lo que contrasta con "la tendencia cultural y social" a la feminización de profesiones relacionadas con el cuidado, la asistencia y la atención a terceros contrasta. Habitualmente, estos últimos puestos están vinculados a niveles medios o bajos de la Administración.

Suelos pegajosos

En la administración no solo hay techos de cristal, también hay suelos pegajosos. Los hombres que se plantean promocionar o acceder a un puesto de mayor responsabilidad son un 10% más que las mujeres. La conciliación es compleja, así lo admite el Plan de Igualdad de la Administración General, que señala que está poco fomenta y que su dificultad aumenta en los niveles superiores. Son ellas quienes más recurren a los planes de conciliación y estos habitualmente conllevan reducciones salariales. Desde la Consejería de Función Pública reconocen que las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar complican el acceso de las mujeres a los puestos de mando.

Los últimos datos de la Junta revelan que el 72% de las trabajadoras que solicitan una excedencia lo hacen para el cuidado de hijos, familiares a cargo y agrupación familiar. Por el contrario, los hombres las piden para el interés particular (61,54%). Solo un 38,46% de los trabajadores varones solicitan estas medidas para el cuidado de hijos o familiares a cargo. También son ellas quienes más piden reducciones de jornadas, solo el 13% fueron solicitadas por hombres.

El 72% de mujeres piden excedencia para cuidar familiares mientras que el 61,5% de los hombres la solicitan para el interés particular

Cuanto más mayores son las trabajadoras y más cargas familiares tienen, menos optan a un ascenso. Esto provoca que en algunos niveles con mayor presencia de mujeres haya una marcada sobrecualificación. El mayor porcentaje de trabajadores superpreparados se encuentra en el cuerpo general de administrativos, que es también uno de los cuerpos que tiene un mayor porcentaje de mujeres en sus filas (68,56%).

Inestabilidad

Entre los objetivos está aumentar las "posibilidades de promoción en el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad". Para poder lograr esta meta, intentan promocionar y fomentar entre el personal funcionario de la Junta para liberar a las mujeres de las responsabilidades domésticas a las que suelen estar sometidas. Desde la Consejería subrayan que "el avance en igualdad requiere de una mayor presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y de toma de decisiones".

Las mujeres no solo ocupan puestos más bajos dentro de la función pública, sino que también tienen los más inestables. Esta situación provoca también que sus sueldos sean significativamente inferiores a los de los hombres. Frente a la idea de tranquilidad y seguridad económica que aporta el empleo público, una de cada cinco funcionarias que trabaja en la Administración autonómica tienen un puesto temporal (la tasa asciende al 24,5% para las mujeres y al 14,3% los hombres). Además, también tienen más posibilidades de tener un puesto como interinas, entre los que siete de cada 10 funcionarios son mujeres.

El personal laboral, quienes no accedieron a la administración por oposición y que engloba a un tercio de la plantilla, está aún más feminizado que el funcionariado y es también entre quienes no tienen un empleo fijo donde hay más mujeres. Aunque en general siete de cada diez trabajadores no funcionarios son mujeres, la cifra crece al 77% en el caso del personal laboral temporal y al 76% en los indefinidos no fijos.