Los amantes del mundo de motor tuvieron una cita obligada ayer en Colmenar. La localidad axárquica acogió la primera edición de la Fiesta del Motor, donde los vehículos clásicos, que también se pueden contemplar durante la Fiesta de la Chacina en diciembre, tuvieron su protagonismo en el recinto de la avenida de Las Erillas.

Un evento organizado por los componentes de la Escudería Colmenar Racing, donde la concentración de vehículos clásicos supuso uno de los mayores reclamos tanto para los vecinos como para los que venían de los municipios cercanos; congregándose algunos procedentes de Fuengirola, Mijas o Benalmádena. En total, estacionaron alrededor de unos 40 turismos. Y, sobre todo, llamaban la atención aquellos modelos menos conocidos y que se ven poco dentro de nuestras fronteras como pueden ser los Pontiac, los Mustang o Simca; aunque también algunos viejos conocidos y que aún perviven en algunas cocheras como el Seat 131 Diplomatic. Uno de los coches que más captó la atención al público fue también uno de los más antiguos, un Camaro modelo 55 de 1967.