«Hasta que esto termine todos los voluntarios tenemos una parte de nosotros dentro de ese pozo. Estaremos aquí, si Dios quiere y obra el milagro, de la mejor manera posible». Su rostro desprende un optimismo moderado, pero en su interior, como reconocía, la preocupación va creciendo desde el primer día y a medida que pasa «cada segundo de tiempo y no se ve el final». Daniel Alcaide es coordinador de una de las agrupaciones de Protección Civil más dinámicas de la provincia, la de la localidad vecina de Moclinejo. Ayer hacía balance de estos diez días de trabajo en el Cerro de la Corona.

«Totalán somos todos nosotros. No es una frase hecha. Es lo que se siente aquí arriba», agregaba. A las cuatro de la tarde, tras conocer que el avance final en la perforación de la galería vertical no estaba todavía culminado, reconocía qué difícil se había puesto ese trabajo técnico para alcanzar la cota en la que se encontraría Julen: «Esto se está alargando en exceso. Todos somos conscientes de lo que suponen los retrasos que se empiezan a acumular», matizaba.

Otros equipos vinculados al 112

También dependientes de Emergencias 112 se encuentran desde hace dos domingos, en las inmediaciones del pozo en el que se localiza el pequeño de dos años, los equipos de psicólogos encargados de atender a padres y familiares de Julen. Uno de ellos confirmaba la difícil tarea que también desarrollan en estos días: «Aquí los turnos son secundarios. No miramos las horas porque todos estamos concienciados para poder dar lo máximo», añadía uno de los propios expertos.

Acerca de la oleada de voluntarios que ha generado este caso en toda España e incluso fuera de las fronteras nacionales, Alcaide relataba que en estos días ha recibido llamadas de personas que lo han localizado desde otras comunidades: «Me han llamado desde Galicia, Extremadura o Cataluña queriendo ayudar. Se trataba de gente muy especializada, cada una en su faceta, con el ánimo de colaborar. Como coordinador de mi agrupación he ido encauzando a cada persona al lugar en el que creemos que puede ayudar. Ha sido emocionante recibir tantas peticiones», señalaba.

A los voluntarios de Protección Civil llegados no sólo de la vecina Moclinejo, sino que también han acudido a esta llamada solidaria efectivos desde Málaga capital, Almogía, Rincón de la Victoria o El Burgo, se les ha encomendado labores logísticas, «porque el trabajo en el pozo es muy técnico y escapa a nuestros conocimientos».

«Hemos estado pendientes del mantenimiento y reparto de la comida, pero también hemos completado labores de coordinación y de prevención de incidentes», expresa Alcaide como portavoz de una agrupación que ha aportado más de una docena de voluntarios.

Agrega que en estos días «se han roto los relojes. Todos estamos sometidos a una disciplina, pero en la medida en que todos podemos hemos estado aquí en turnos casi interminables». También muestra su agradecimiento al comunicado elaborado este domingo por las integrantes de la Asociación de Mujeres de Totalán, las encargadas de elaborar más de 3.000 croquetas sólo en esa jornada.

«Nosotros sí que deberíamos escribir una carta de agradecimiento a todo el mundo por lo que está haciendo. Es una situación límite que como profesionales no hemos conocido ninguno de los colectivos, y que ojalá no tengamos que volver a conocer. Incluidos los casi cien medios de comunicación que os habéis acercado hasta aquí, con muchos de ellos de fuera de España. Vuestra labor ha permitido también generar esta oleada internacional de solidaridad», remataba Alcaide.

Una llamada, de repente, interrumpe la entrevista. Un ingeniero acaba de llegar y reclama su presencia. Su prioridad es ahora esa.