El propietario de la finca de Totalán donde murió el pequeño Julen, David Serrano, presta declaración desde poco antes de las 11 de la mañana como investigado ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga. Antes de entrar en las dependencias de la Ciudad de la Justicia ha reconocido sentirse "un poco abatido".

También ha avanzado que ante la jueza se ratificará en lo que ya declaró ante la Guardia Civil. Uno de sus abogados, Juan Martínez, ha expresado que a su representado se le ha cogido "como cabeza de turco, pero puede que haya más investigados".

"David no tenía ni idea de nada. Se puso en manos de un profesional", agrega a la vez que insiste en que desconocía el peligro que entrañaba el pozo. "Confiamos en que todo se aclare", finaliza Martínez.

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Llegada de David Serrano, dueño de la finca de Totalán donde falleció Julen, a los juzgados

El dueño de la finca, David Serrano, declaró inicialmente como testigo ante la Guardia Civil y hace unas semanas ofreció una rueda de prensa en la que dijo que el día del accidente protegió con dos bloques de hormigón el agujero que hizo el responsable de una empresa especializada y que, según él, lo había dejado "abierto".

El fiscal solicitó estas declaraciones después de que la Guardia Civil le remitiera otros informes, ampliatorios del primero, tras lo que la Fiscalía consideró que ya se pueden hacer varias hipótesis de los momentos previos a la caída de Julen y por tanto era el momento de depurar las responsabilidades penales si las hubiera.

El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga abrió unas diligencias primero por la desaparición del niño, en el que se han ido incorporando informes con el fin conocer lo ocurrido y determinar si existen responsabilidades penales.