Torremolinos celebró ayer la Fiesta de las Luces o de las Luminarias y la entrega de los II Premios Jánuca, en la plaza de la Nogalera. Los premios son convocados por la comunidad judía del municipio para reconocer la labor de igualdad, tolerancia e intercambio cultural de personalidades del mundo de la política y de la sociedad civil.
Los galardonados en esta edición de 2018 han sido el alcalde de Torremolinos, José Ortiz, por fomentar la convivencia intercultural»; el diputado nacional y portavoz del grupo de ciudadanos en el Congreso Juan Carlos Girauta, por fomentar las relaciones institucionales con las comunidades judías; el exministro de Justicia Rafael Catalá, por su lealtad y contribución al judaísmo en España; y el consejero de la Cámara de Cuentas de la Junta de Andalucía Enrique Benítez, por fomentar el recuerdo a las víctimas del holocausto.
Al recoger su galardón, el regidor de Torremolinos felicitó al resto de premiados y comentó que la Jánuca «es un evento que invita al diálogo y a conocer y respetar al resto de religiones. Torremolinos se ha caracterizado durante muchos años por ser una ciudad cosmopolita, acogedora y respetuosa con todos sus habitantes».
A ellos se sumaron los nombres del director de la fundación Tres Culturas, José Manuel Cervera, por la promoción y difusión multicultural; el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá; el presidente de la comunidad hindú de Torremolinos y Benalmádena, Sunil Tharani, y el presidente de la comunidad musulmana de Torremolinos, Malek Amrani, que lo recibieron por su contribución en el campo del fomento del diálogo interreligioso.
Por su parte, el ciudadano Raimond Kubi recibió un reconocimiento a título póstumo por su contribución y desarrollo de la comunidad judía de Torremolinos.
El encuentro cultural contó con la colaboración de la comunidad judía de Torremolinos, el Centro Sefarad, la Federación de Comunidades Judías de España y el Ayuntamiento de Torremolinos.
Con la Jánuca 2018, la festividad judaica de las luminarias, esta comunidad conmemorará el año 5779 del calendario judío.
El evento tuvo uno de sus momentos más emotivos con el tradicional encendido de la lámpara januquiá de nueve brazos en el que intervinieron las autoridades invitadas. Además, se leyó el origen de esta celebración, y se ofreció una comida típica sefardí a precios populares.
La fiesta de las luminarias contó con la presencia de representantes de las comunidades judía, gitana, hindú, cristiana y musulmana. Un encuentro para la hermandad, confraternidad y la convivencia intercultural.
