Las tres personas detenidas el miércoles en la Costa del Sol por presuntamente blanquear capitales en Marbella junto a un exalto cargo ruso que también fue arrestado en Viena han quedado en libertad con cargos. Según han confirmado fuentes judiciales, la exmujer y el hijo de Boris Mazo pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella que estaba ayer de guardia y se agarraron a su derecho de no declarar, aunque antes de salir de la sede judicial se les ordenó presentarse en el juzgado dos veces al mes y se les prohibió salir del país, por lo que se les retiró el pasaporte. Ambos, como el abogado de Marbella que previamente había sido puesto en libertad por la Policía Nacional y el propio Mazo, están siendo investigados por un presunto delito de blanqueo de capitales por el Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, cuyo titular espera que la justicia austriaca resuelva pronto la extradición a España del que fuera director del Departamento de Gestión de la Propiedad y Política de Inversión del Ministerio de Cultura. La investigación de la Policía Nacional concluye que Mazo y su entorno pagaron cuatro millones de euros por un inmueble de lujo de Marbella con el dinero procedente de delitos fiscales y de corrupción cometidos en su país.

Concretamente, las autoridades rusas relacionan a Mazo con dos escándalos millonarios. En uno de ellos está acusado, junto al exviceministro de Cultura Grigori Pirúmov, de malversar 7,2 millones de dólares de fondos públicos que inicialmente fueron asignados para la reconstrucción del Museo del Hermitage de San Petersburgo. Según la policía, estas mismas personas fueron declaradas culpables en 2017 por la malversación de otros 2,6 millones de dólares que tendrían que haber sido destinados a la reconstrucción de otros monumentos del patrimonio arquitectónico en distintas regiones del país. Por estos último hechos habrían cumplido una condena preventiva de 18 meses de prisión, aunque Mazo se fugó de su país para evitar seguir rindiendo cuentas a la justicia rusa.

En julio de 2018, Rusia informó a la policía española sobre un fraude fiscal a gran escala cometido por varias personas entre las que se encontraba Mazo, al que situaban en la Costa del Sol. Las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)-Central y de la UDEF de Málaga fructificaron y localizaron a esta familia y parte de su patrimonio en Estepona, municipio en el que podrían estar asentados desde 2015. Los agentes constataron que una sociedad española vinculada a los investigados había adquirido un inmueble de lujo en Marbella por el que ese mismo año pagaron 4 millones de euros transferidos desde una cuenta bancaria suiza, momento en el que el Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella dictó una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) a nivel europeo sobre el principal investigado por el presunto delito de blanqueo de capitales cometido en nuestro país.