Política

Una concejala del PSOE de Torremolinos dimite de la Ejecutiva local por «la falta de respeto»

Nieves Rosales, que seguirá como edil socialista, denuncia en su carta de dimisión que la abstención con la que mostró en una asamblea su desacuerdo con algunas decisiones le ha servido de "excusa para el escarnio" a algunos de sus compañeros en la dirección local

Tras la marcha de Rosales, ya ascienden a diez las dimisiones en el organigrama de la agrupación durante los dos años que lleva Antonio Navarro como secretario general

Los ediles socialistas de Torremolinos: Maribel Tocón, Antonio Navarro, Jorge Padilla, Nieves Rosales y José Muñoz.

Los ediles socialistas de Torremolinos: Maribel Tocón, Antonio Navarro, Jorge Padilla, Nieves Rosales y José Muñoz. / PSOE

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Una concejala del PSOE de Torremolinos, Nieves Rosales, ha dimitido en la Ejecutiva local por «la falta de respeto» que ha sentido hacia ella estos últimos días por parte de algunos de sus compañeros. Rosales llega a denunciar, en su carta de dimisión, que la abstención con la que mostró en la asamblea del pasado jueves su desacuerdo con algunas decisiones de la dirección ha servido de «excusa para el escarnio». «A tenor de las decisiones que se han venido tomando en la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Torremolinos, de la que hasta ahora he formado parte haciéndome cargo de la Secretaría de Cultura y por las acusaciones vertidas sobre mí tras la última asamblea de nuestro partido, presento mi dimisión al secretario general, Antonio Navarro», asegura en la misiva a la que ha tenido acceso La Opinión de Málaga.   

En su escrito, Rosales alude a la reunión celebrada en la sede torremolinense del partido la semana pasada, cuando quedó de manifiesto la existencia entre la militancia de muchas voces discrepantes con el rumbo de la agrupación. A la habitual ausencia de una parte notable de las bases, se unió que el secretario general sólo logró un respaldo a su gestión muy ajustado, que se tradujo en 48 votos a favor y 40 en contra.

Rosales -reconocida coreógrafa y bastante querida en el socialismo torremolinense- se refiere en su carta a lo acontecido a raíz de su posicionamiento en esta asamblea. «Habiendo participado del plan de trabajo que se sometía a votación, estimé que el voto que mejor definía mi sentir era este y como entiendo además, que tanto en España como en mi partido prima la democracia, hice uso de la misma sin miedo porque entendía que hacía lo correcto siendo fiel a mi propia honestidad», asegura en una misiva que envió el domingo por la tarde y sobre la que ayer a mediodía todavía no había recibido respuesta «por ninguna vía».

Eso sí, Rosales deja claro que seguirá como concejal trabajando por Torremolinos y por el PSOE, «cuyas siglas deben estar por encima de cualquier personalismo». "Por encima de cualquiera de nosotros, debe estar el respeto al PSOE y a los militantes", añadió en declaraciones a este periódico.    

Tras la marcha de Rosales, ya ascienden a diez las dimisiones en la ejecutiva de la agrupación durante los dos años que lleva Antonio Navarro como secretario general. No obstante, Navarro defendió su gestión y prefirió no entrar a valorar la renuncia: «El jueves celebramos una asamblea de gestión, y mi gestión y la de toda la ejecutiva fue aprobada mayoritariamente, no tengo nada más que decir», recalcó.

Una crisis larga

La paz interna ha brillado por su ausencia en el PSOE de Torremolinos desde la moción de censura que, hace algo más de dos años, le costó la alcaldía y el liderazgo en el partido a José Ortiz.

La bicefalia que pactaron Antonio Navarro, como secretario general, y Maribel Tocón, como candidata a la alcaldía, saltó por los aires tras unas elecciones municipales en las que el PP arrasó y los socialistas bajaron de ocho a cinco concejales. Pese a ello, Navarro -número 2 en la lista- fue premiado por la dirección provincial de Dani Pérez con un escaño en el grupo socialista de la Diputación.   

En septiembre del año pasado, una nueva crisis salió a la luz pública con la dimisión de la hasta entonces vicesecretaria general, Maribel Tocón, quien abandonó la Ejecutiva por sus «discrepancias» con el secretario general. Desde entonces, continúa como  portavoz de un grupo municipal condicionado por la falta de comunicación entre ella y Navarro. Se comprobó en el Pleno de ayer.

Además, el pasado mes de noviembre, Navarro acordó con su ejecutiva aprovechando la ausencia de Tocón que él sería el portavoz del PSOE en un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Torremolinos, dedicado a la amnistía. En las mismas fechas en las que se produjo aquel movimiento del secretario general, también presentó su dimisión otra de las mujeres de la ejecutiva, la trabajadora del grupo municipal María del Carmen Garrido. De ese modo, Garrido seguía el mismo camino que Tocón y que Aida Blanes, quien tras el 28M renunció a la Secretaría de Organización en la ejecutiva y ni siquiera recogió su acta de concejal.     

En lugar de Blanes, entró como edil y como nuevo Secretario de Organización de la agrupación, José Muñoz, y otro de los ‘hombres fuertes’ de la dirección local pasaba a ser como Secretario de Programas y Estrategia Política el concejal Jorge Padilla. Desde la reestructuración impulsada por Navarro, los cuatro principales cargos de la ejecutiva -Juan Ortuño es el presidente del partido- lo ocupan hombres, cuando anteriormente se daba un empate a ‘dos’ porque Tocón y Blanes secundaban al secretario general.

Es más, otras fuentes consultadas por este periódico aseguran que ni si quiera llega al 40% la presencia femenina en el organigrama actual de la Comisión Ejecutiva, compuesta por algo más de veinte personas.   

Con esta fragmentación flotando en el ambiente, el nutrido sector crítico del PSOE de Torremolinos no pierde de vista lo acontecido hace unos meses en otra agrupación costasoleña especialmente dividida, la de Fuengirola.

En octubre del año pasado, , el aparato andaluz del partido desautorizó a la ejecutiva fuengiroleña. Y la dirección provincial del PSOE creó una gestora que puso fin a la etapa como secretaria general de Carmen Segura, quien se había negado a debatir una moción de censura presentada contra la dirección local por el 40% de la militancia. En Torremolinos, hace unos meses ya se produjo un conato por parte de un militante para empezar a recoger firmas contra el secretario general.