Se llama Silvia Sánchez Gutiérrez. Es malagueña y tiene 11 años. Su color favorito es el rosa, le encanta bailar, cantar y hacerse fotos; su animal preferido es el gato. Le apasionan la moda y la Semana Santa. Su comida predilecta, los macarrones con tomate. De mayor quiere ser entrenadora de delfines y profesora de Infantil. Ah, tiene un canal de YouTube con casi 700.000 seguidores y varios clubs de fans, niños como ella que se hacen llamar silvistas, que no dudan en esperar varias horas para poder conocerla en encuentros con ella organizados por centros comerciales de toda España. Se llama Silvia Sánchez Gutiérrez, tiene 11 años y es una de las más importantes youtubers infantiles, un auténtico fenómeno en la Red.

Silvia dice que «de pequeña» cogía la cámara de vídeo de su hermana y se ponía a grabarse a sí misma. La hermana, cinco años mayor, le enseñó vídeos de algunos youtubers y la peque le pidió ayuda para hacer algo parecido. De acuerdo, pero con una condición: debía tener el permiso de la madre. «Me costó convencerla como un año», dice entre risas la ahora estrella online en uno de los vídeos de su canal.

La malagueña es un referente teen en las redes gracias a sus vídeos de retos (en algunos les cambia el look a amigos), parodias, unboxing (ya saben, desempaquetar y abrir bolsas y cajas)... «Vídeos variados, de todo un poco, pero todos hechos con muchas risas, locura y amor», asegura su pequeña autora, que se define como «muy payasa y bastante traviesilla».

Su madre, Sonia Gutiérrez, lo confirma: «Siempre fue muy traviesa, pensando qué era lo próximo que iba a hacer, te pintaba la pared... Desde que está en YouTube ha canalizado toda su creatividad en eso. Y ahora es una niña buenísima». Por cierto, para quienes se lo estén preguntando: Silvia graba y sube sus vídeos a YouTube los fines de semana fundamentalmente; si lo hace entre semana es porque está de vacaciones o no tiene exámenes.

El desparpajo de la pequeña pronto se hizo notar entre los muchos canales similares que hay en YouTube: poco a poco, a razón de unos cien seguidores diarios, llegó a decenas de miles de suscriptores. Y de ahí, a la popularidad. «Un día salimos a ver las procesiones y de pronto empezaron a conocerla hasta los propios nazarenos, que se acercaban a ella. Y nos pilló de sorpresa. Cuando se creó el canal no sabía la repercusión que iba a tener. De hecho, yo le decía mi hermana: Anda, mira el vídeo para que tenga una visualización más», aseguró la madre en Tribus Ocultas.

Porque Silvia Sánchez es ya un pequeño icono: ha sido una de las protagonistas de la portada de la revista Disney Channel en su edición de julio, que le dedicó una amplia entrevista en la que la youtuber respondía a las preguntas de muchos de sus seguidores. Ha nacido una estrella, desde luego.