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El trol noruego que arrasa en medio mundo desde Netflix

El filme de Roar Uthaug es ya una de las películas de habla no inglesa más populares de todos los tiempos, una de las 10 películas más vistas actualmente en 93 países de todo el mundo

Una imagen del filme de Netflix. | NOMBRE FEQWIEOTÓGRAFO

Una imagen del filme de Netflix. | NOMBRE FEQWIEOTÓGRAFO / quim casas

Quim Casas

Netflix continúa siendo una fuente inagotable de sorpresas en forma de películas de las que no se esperaba mucho y, de repente, se convierten en sonados éxitos. El último caso es Trol, una producción noruega con un amenazante y gigantesco trol animado digitalmente, de entre 40 y 50 metros de altura, que emula a King Kong, Godzilla y otras criaturas similares.

El filme no tiene intérpretes conocidos. Lo es un poco más su director, Roar Uthaug, ya que firmó la versión de Tomb Raider protagonizada por Alicia Wikander. La historia es bastante clásica. Los efectos especiales son buenos, pero sin llegar a los fastos digitales del cine de Hollywood. Pero algo tendrá esta película fantástico-ecologista para haberse encaramado a lo más alto de las visualizaciones en Netflix.

Estrenada el pasado 1 de diciembre, se ha reproducido hasta la fecha durante algo más de 128 millones de horas. En España, el pasado martes era la tercera película más vista en la plataforma. Dos días después había descendido solo hasta la séptima plaza, y ahí se mantiene en el Top 10 estimado por la cadena.

Trol es ya una de las películas de habla no inglesa más populares de todos los tiempos, una de las 10 películas más vistas actualmente en 93 países de todo el mundo.

Teniendo en cuenta que Netflix mide esa cuota de popularidad de un filme a lo largo de los primeros 28 días en los que está disponible, le quedan casi dos semanas para seguir arrasando y llegar a cifras astronómicas. Ya ha sobrepasado con creces a otra de las sorpresas de la plataforma, Cielo rojo sangre, una curiosa mezcla de vampiros y terrorismo yihadista estrenada en streaming en julio de 2021. Esta pequeña producción alemana fue reproducida en Netflix durante 110 millones de horas.

De tan sencilla, la historia atrapa. Si se ha visto Godzilla, Parque Jurásico y, sobre todo, King Kong, el relato no sorprende, pero la inmersión en el ancestral folclore noruego le otorga a Trol un plus suplementario. Nada de ADN de dinosaurios ni criaturas generadas por explosiones atómicas.

La acción arranca con una pareja de escaladores, padre e hija, coronando una cima desde donde se ven los imponentes Picos de los Trols. Se trata de la cordillera Trolltindane, que se eleva unos 1.700 metros sobre el valle, meta de muchísimos escaladores. Pero en la película, la montaña tiene un trasfondo mágico. El padre, profesor de dialecto y folclore noruego, le dice a su hija que cierre los ojos y se deje llevar por la imaginación. Y la joven Nora Tideman ve entonces, esculpidas en las rocas de la cordillera, las hoscas caras de varios trols.

20 años después, Nora es una reputada paleobióloga a la que el gobierno noruego llama cuando se produce un extraño fenómeno. En Dovre, otra cadena montañosa en el centro de Noruega, una criatura gigantesca emerge de las profundidades cuando es demolida la montaña para construir la vía de un moderno ferrocarril.

La explosión despierta al gigante de piedra y musgo, y ya la hemos liado. Mientras lo destroza todo a su paso rumbo a Oslo, Nora intenta encontrar la forma adecuada para contrarrestar la amenaza y preservar la mitología. Así de sencillo para convertirse en el filme más visto de los últimos tiempos.

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