Crítica

La apoteosis del barroco

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández

Málaga. 01-05-2023. Aula Magna Facultad de Derecho. Solistas: Lucía Millán, soprano, María Ogueta, mezzosoprano. Dirección: Walter Marzilli. Programa: páginas de A. Corelli, A. Vivaldi, J. S. Bach y G. B. Pergolesi.

El pasado primero de mayo el conjunto Concerto Málaga que lidera J. M. Gil de Gálvez se reencontraba con los aficionados con un irresistible programa centrado en las tres escuelas italianas -veneciana, romana y napolitana- y que colmó el Aula Magna de la Facultad de Derecho. Para la ocasión, Concerto Málaga contó con la participación de la soprano Lucía Millán y la mezzo María Ogueta, todos ellos capitaneados por la batuta del musicólogo, director coral y de orquesta, el italiano Walter Marzilli. En programa tres nombres áureos del barroco italiano, Corelli, Vivaldi y Pergolesi y como síntesis un aria del Kantor de Leipzig.

Publicados póstumamente, el Opus 6 de A. Corelli está formado por doce concerti grossi entre los que destaca el número cuatro en Re mayor. Se trata de una página breve que Concerto Málaga y W. Marzilli brindaron una lectura centrada en los detalles y el ánimo danzante que atraviesa la partitura. El apartado solista estuvo liderado por los violines de J.M. Gil y A. Manzano y los cellos de V. Yélamo y J. P. Gamarro.

La escuela veneciana defendida por el Prete Rosso quedó representada con el Domine Deus del Gloria Rv 589 en una curiosa y recogida versión para violín, cello y contínuo en la voz de Lucía Millán. La soprano malagueña demostró dominio del registro medio y alto en una lectura bien proyectada, dicción correcta y cuidado fraseo. En el mismo sentido María Ogueta abordó el aria Erbame dich mein Gott de la Matthaäus Passion de J. S. Bach con adornos cuidados en la última sección de la pieza.

Cerraba la primera parte un animado, en relación a los tempis suspendidos de las páginas anteriores, del Concierto para dos violines nº 8 del opus 3 de Antonio Vivaldi en el que ya aparece asentado la estructura animado, lento, animado fijado por el compositor veneciano.

Escrito para la fraternidad napolitana de los Cavalieri della Virgine d' Dolori en sustitución de otro escrito por A Scarlatti, el Stabat Mater de Pergolesi es una página destinada para el culto privado de la fraternidad, de hecho guarda paralelo en cuanto a plantilla instrumental y vocal al primitivo de Scarlatti. Estructurado en doce números, los extremos vienen regidos por la tonalidad de fa menor que aportan un sentido circular e intimista del poema medieval.

Lucia Millán y María Ogueta, felicísimo dúo, fueron las encargadas de defender la interpretación junto a las cuerdas de Concerto Málaga bajo la batuta de Walter Marzilli. Lectura que se distinguió por el deambular de los distintos estados de ánimo que atesora la partitura, reforzado por el ánimo contrastante que posee la obra. Cabe destacar especialmente el número de apertura Stabat Mater dolorosa, todo un ejercicio de empastación de ambas solistas; el aria para soprano Vidit suum dulcem natum, de notas altas y mantenidas; y el aria para mezzo Fac ut portem Christi mortem dos momentos sobresalientes de una versión trabajada y estudiada que en concierto recogía el espíritu y originalidad de Pergolesi.