Conciertos

Niña Pastori y su sold out en el Cortijo de Torres

La gaditana presentó 'Camino', su último disco, además de rescatar grandes temas de su carrera, cercana ya a los 30 años

Niña Pastori, durante su concierto en el Cortijo de Torres.

Niña Pastori, durante su concierto en el Cortijo de Torres. / I. C.

Isabel Cisneros

A las 22.00 horas Niña Pastori tenía una cita con su público de Málaga en el Cortijo de Torres, pero no es hasta quince minutos después de la hora prevista que se apagan las luces. La gaditana había colgado el cartel de “todo vendido” y la gente no para de llegar.

“Lo mejor de mi repertorio a ustedes voy a brindar”, es lo primero que Niña Pastori canta a Málaga, un público muy entregado que puede dibujar la ruta de varias generaciones familiares.

Con un vestido largo de color rosa y el pelo bien “repeinado”, la artista salió al escenario con una energía arrolladora que inundó las caras de todos los presentes con una sonrisa. “Mi gente de Málaga que quiero tanto”, son las primeras palabras que dedicó la cantante. En el Cortijo de Torres no cabían más personas, aunque las entradas eran todas sentadas y numeradas, incluso en pista; algo que Niña Pastori mencionó durante la noche. “Os hubiera gustado más estar de pie, ¿no? Esto nos está pasando en varios conciertos, que yo pienso que este espectáculo es mucho de bailar y el que está sentado piensa un poco en qué hacer. Yo pienso que hay que ser tolerante y dejar que el que está delante se levante a bailar”, expresó.

El Auditorio Municipal, lleno durante el concierto de la gaditana Niña Pastori.

El Auditorio Municipal, lleno durante el concierto de la gaditana Niña Pastori. / I. C.

El espectáculo hizo un recorrido por toda su carrera, que ya asciende a 27 años. En este concierto presentó su último álbum, “Camino”, con canciones como “Pon que dale”, “Regoleta” o “Bon día”. No se ha dejado sus mayores éxitos atrás, con títulos como “Cai”, “Amor de San Juan” y “Quién te va a querer”. Niña Pastori agradeció a sus fans y recordó que hay algunos a los que ve “desde que cantaba en el Tívoli”. Las muestras de cariño y de agradecimiento por parte de la gaditana durante el concierto fueron constantes, que recibía de vuelta con abundantes “olé”, palmas y mucho baile.