Hay una trampa en el circuito de China escondida en un lugar con apariencia inocente. El camino hacia el garaje, el que se toma para el cambio de neumáticos, un lugar al que los coches llegan a veces agotados, sin agarre y con necesidad de gomas nuevas para retomar la batalla. Allí reactivó Hamilton el Mundial de 2007. Quedó fuera de carrera y empezó a perder el campeonato. Ayer patinó Fernando Alonso en una de sus pasadas; Vettel también tuvo que domar el Red Bull.
La vía de servicio más peligrosa del mundo dejó ayer una de las escenas del GP, el enfrentamiento entre Massa y el piloto español. Un adelantamiento eléctrico de Alonso, máximo riesgo cuando rodaba más rápido que su compañero.
La relación hispano-brasileña bajo el techo de Ferrari genera morbo desde que se anunció el fichaje de Alonso. Los dos coches rojos se enzarzaron en la vuelta 19. Venían desde atrás, en busca de la remontada, y debían poner gomas de agua, después de una leve tregua del cielo. Era la parte inicial de la carrera pero parecía que llevaban horas en la pista. Patinó Massa en la curva de 180 grados camino de la vía de servicio y Alonso se le tiró a la yugular. Era ahora o nunca. E igualó su Ferrari al otro coche del equipo. Dejaron la pista y se metieron al callejón, 150 metros hasta un recodo de 90 grados. Allí Massa se tuvo que apartar y el español le adelantó. Maniobra legal. Arriesgada, para algunos temeraria, pero legal.
Los mecánicos quedaron patidifusos cuando vieron a Alonso aparecer en cabeza. Contaban con Massa en primer lugar. Cambiaron los neumáticos y no hubo más pelea entre ambos. Alonso se fue hacia arriba y Massa pudo escalar, solamente noveno al final.
Luego les tocó a las protagonistas dar explicaciones. Alonso contestó al menos quince preguntas sobre el asunto. Hasta que no aguantó más. "Si buscas una mala respuesta no la vas a encontrar. Pasé a Felipe en la entrada al pit lane", dijo.
Massa tampoco se libró de al menos una docena de preguntas. "Cuando lo vi a mi lado no quise provocar un accidente", contó el brasileño. "¿Qué si es legal? No sé, supongo que sí.
