El Santiago Bernabéu acogerá mañana una final inédita entre el Bayern Múnich y el Inter Milán, dos equipos históricos, dos gigantes que recuperan un lugar preponderante en el escenario principal del fútbol internacional.

Bayern e Inter son dos viejos campeones. Entidades de referencia que han formado parte importante, en distintas épocas, del lustre adquirido en el trayecto competitivo del Viejo Continente. Y que se enfrentarán por vez primera en una final europa.

En sus trayectos por los distintos torneos continentales, sólo en una ocasión el equipo italiano y el alemán cruzaron sus caminos. Fue en los octavos de la entonces Copa de la UEFA de la temporada 1988-89. Salió airoso el Bayern, que perdió en la ida por 0-2 pero superó al Inter en la vuelta por 1-3.

Tal y como reconoció hace días su técnico, el portugués Jose Mourinho, la final es «un sueño» para el Inter, que no se encuentra en esta situación desde hace 38 años, cuando perdió ante el Ajax en Rotterdam y entonces la competición se llamaba Copa de Europa.

Pero también lo es para el Bayern, que nueve temporadas después pretende ampliar su cosecha de éxitos. A pesar de su leyenda, el conjunto alemán ha sido uno de los tapados del torneo. Sometido a la crisis del fútbol germano, el Bayern ha tardado en salir a flote. De la mano del holandés Louis Van Gaal, que afrontará en Madrid su tercera final de Liga de Campeones/Copa de Europa tras las dos que jugó el Ajax, con un triunfo, en 1995, y una derrota, en 1996, ha reconducido su situación.

No entraba entre los aspirantes el equipo bávaro, desplazado, incluso del dominio de la Bundesliga. En este curso, ha recuperado su preponderancia en el torneo alemán, que ahora domina. Es la octava ocasión en la que el Bayern estará a orillas del éxito. Hasta ahora su historia resplandece con cuatro títulos de la Liga de Campeones (1973-74, 1974-75, 1975-76 y 2000-01), que añade a las dos Copas Intercontinentales (1976, 2001), una Recopa (66-67) y una UEFA (95-96).

El Inter está ante su gran oportunidad. A la sombra del gran Milán e, incluso, de los buenos tiempos del Juventus, hace tiempo que ha recuperado el primer lugar en Italia. Acostumbrado a las conquistas ligueras en los tiempos recientes -2006, 2007, 2008 y 2009-, agota sus esfuerzos en el premio continental. Es su auténtico anhelo. Veintiocho años le separan de su última cita. En Rotterdam, donde cedió ante el Ajax.