­La I Maratón Ciudad de Málaga-Costa del Sol ha perdido parte de su encanto. La travesía por la zona más pintoresca y atractiva de la ciudad, el paso por el Centro Histórico, el auténtico corazón de Málaga, ha quedado anulada debido a la multitud de obras que invaden la zona además de otras que están previstas comiencen en las próximas semanas.

Una pena y un disgusto para atletas, organizadores y público. Pero las zanjas mandan y, hasta que la maratón no se convierta en una carrera de campo a través de 41 kilómetros de distancia, no hay más solución que alejar a los corredores del Centro y citarlos para la próxima edición en 2011.

La carrera cambia drásticamente en su zona más turística y monumental. Saldrá, por supuesto, desde el estadio de atletismo, recorrerá el paseo marítimo Antonio Machado, regresará al estadio para transitar por el polígono próximo y evitar así subir a zonas altas de la ciudad que dificulten y endurezcan la prueba. De vuelta al paseo marítimo, la prueba rotará de oeste a este y tocará los Baños del Carmen hasta llegar a la calle Almirante Enríquez, donde volverá por sus pasos hasta la plaza del general Torrijos y la Avenida Cervantes.

Es en este punto es cuando se producen las novedades, desagradables para todos los participantes, pero necesarias para correr por el asfalto y evitar circular por trincheras y zanjas. La maratón, en su diseño primitivo, llegaba a la plaza de la Aduana y de ahí encaraba Alcazabilla, Santa Ana, plaza de La Merced, Álamos, Carretería, Cisneros, Especerías, plaza de La Constitución, calle Granada, Molina Lario y Sánchez Lara.

Todo ese recorrido ha pasado a la historia. O, mejor dicho, al trazado del próximo año, cuando la Maratón Ciudad de Málaga-Costa del Sol cumpla su segunda edición. El nuevo dista un mundo al que todos conocíamos y hace un rodeo a las calles del Centro para seguir recto y evitar transitar por la zona de obras.

Cuando la carrera llegue desde General Torrijos a la avenida Cervantes seguirá ahora por Cortina del Muelle y continuará a través de Postigo de Abades, Molina Lario (que en teoría debe estar finalizada para el próximo 6 de diciembre, día de la gran cita, plaza de La Marina, Alameda Principal (zona norte) y Puerta del Mar, para confluir en calle Atarazanas y proseguir así con la carrera.

Son cambios muy significativos que le restan brillantez y colorido a la carrera. La estampa de una marea humana de 2.000 maratonianos corriendo por el Centro no podrá producirse en 2010.

El Centro está inmerso en un buen número de obras que lo han impedido. A día de hoy ya están en marcha unas cuantas. La más avanzada concierne a la segunda fase de la peatonalización de calle Alcazabilla. Se está reurbanizando la zona y la obra no estará lista hasta principios de año, demasiado tarde para poder saludar el paso de la maratón. También está en plena efervescencia los arreglos en las calles Císter, Duque de la Victoria y Molina Lario. A día de hoy están levantadas y se está trabajando para reurbanizarlas y peatonalizarlas en parte de su trazado.

Inicio de los trabajos

Por toda esta zona debía transitar la carrera, algo que ya no podrá hacer. Como tampoco por Cisneros y Especerías, ya que en las próximas semanas se iniciará el trabajo sobre estas dos arterias de la ciudad. La idea es proseguir con el diseño creado en la plaza de La Constitución. El proyecto se adjudicará a finales de este mes y está previsto que a mediados de noviembre se inicien los trabajos.

No ha existido el entendimiento suficiente en su día, cuando se planificó sobre un mapa, el trazado de la carrera, puesto que todas estas obras estaban ya previstas.