17.34 horas de la tarde. Hoyo 12 del club Oceano Victoria de Vilamoura. El malagueño Pablo Martín, que comenzaba la jornada como líder y con tres golpes de ventaja sobre sus perseguidores, emboca un putt para birdie que le vuelve a colocar líder (-19) del Masters de Portugal tras un día de mucho movimiento en la zona noble de la tabla. En ese momento el australiano Richard Green es el único rival que parece que puede hacer daño al malagueño, pero ya está en la Casa Club y ha entregado un -18.

Pero el golf es un deporte demasiado traicionero a veces. Diez minutos más tarde todo cambia. Pablo hizo un bogey al 13 y empata con Green. Es un momento de máxima tensión. En el 14 al malagueño se le escapó el birdie por muy poco, en el 15 falló el putt de par y se colocó con -17, a uno de Green. Pablo atravesaba un mal momento. Había que frenar la sangría pero la cosa empeoró con otro bogey al 16. Se ponía con -16. En el 17 firmó un birdie y volvía a estar a un golpe de Green. Necesitaba más magia en el 18, pero la presión, los nervios, el destino... lo que fuera le llevó a firmar un doloroso doble-bogey.

Pablo –75 golpes ayer–, que buscaba su segundo triunfo del año, se marchó de Portugal con un sexto puesto (-15) que sabe a derrota, pese a que jugó un golf excepcional durante la semana.

Por su parte Green, de 39 años, consumó su tercer título en el circuito europeo gracias a un 65 final (-7). Gonzalo Fernández-Castaño (-16) concluyó segundo, empatado con Francesco Molinari, Robert Karlsson y el holandés Joost Luiten.