Miguel Ángel Jiménez sonríe como un niño pequeño cada vez que cruza Magnolia Lane, vetusto sendero que da acceso a la casa club del imponente Augusta National (Georgia, EEUU) sede del Masters y considerado por muchos como el mejor campo de golf del planeta. Desde mañana y hasta el domingo, los mejores jugadores del mundo pelearán en este edén convertido en campo de golf por la Chaqueta Verde, trofeo que acredita al ganador del primer Major de la temporada.

En la lucha, como no podía ser de otra manera, está el «Pisha», que a sus 50 años ha vuelto a ganarse por derecho propio una plaza para el Masters tras perderse la pasada edición, aún convaleciente de su lesión cuando practicaba esquí en Sierra Nevada. Algunos dudaban de que el malagueño volvería a jugar este exclusivo torneo, reservado para los antiguos ganadores y los 50 mejores del ránking mundial. Pero la calidad golfística de Jiménez, unida a un afán de superación propia de un juvenil y no de un jugador que ya lo ha hecho prácticamente todo en el mundo del golf, han hecho que vuelva a disfrutar del que considera el mejor campo del mundo.

Jiménez, ante su decimoquinta puesta en escena en Augusta, sigue el ritual de siempre cada vez que asalta el primer grande del año: Alquila una casa en las inmediaciones del campo, rodeado de amigos que viajan con él y que no olvidan la experiencia que supone acompañar a un profesional al torneo con más historia, en rivalidad con el Open Británico, del golf.

Pero que nadie dude de que el «Pisha» no sólo va al Masters a pasearse. Las cifras avalan a Jiménez, que tiene un idilio con Augusta. Es cierto que nunca ha ganado, pero su regularidad en Augusta es incontestable. De sus catorce participaciones ha conseguido pasar el corte en once; su mejor actuación fue un octavo puesto, en la edición de 2008; cuenta con una media de 72,9 golpes por ronda y su resultado más bajo fue de 66 impactos (seis bajo par).

El «Mecánico», como se le conoce al otro lado del charco, ya sabe de primera mano en qué estado se encuentra el Augusta National. El lunes y ayer realizó las rondas de prácticas junto a José María Olazábal, que atesora dos Chaquetas Verdes (1994-1999) y ambos se mostraron muy sorprendidos por la velocidad de los greenes, muy rápidos a dos días del comienzo. Además, las lluvias y el frío reinante en las últimas jornadas en la zona han hecho que de momento el campo esté algo más pesado y se juegue más largo que de costumbre.

Jiménez no es, ni mucho menos, favorito al título, pero esto es golf y nunca se sabe. De momento, las diferentes casas de apuestas pagan la victoria del malagueño el domingo por 200 a 1. Una cifra considerable tratándose de un jugador que conoce los entresijos de Augusta como su jardín en Churriana.

El malagueño no será el único español que trate de recuperar la Chaqueta Verde para la Armada. Junto a él estarán el propio Olazábal, Sergio García y Gonzalo Fernández Castaño. El que no será de la partida es Tiger Woods, lesionado de la espalda y que deja más abierto si cabe la lucha por la codiciada Chaqueta Verde.