Guerra accionarial

La saga Del Nido: dinero, deudas, poder, una familia rota y una ambición, el Sevilla Fútbol Club

Estos son los motivos por los que un padre y un hijo han acabado sin hablarse, en los tribunales y rodeados de toda la furia de una afición que avisa de que ya no puede más

Del Nido le propuso a su hijo por escrito embolsarse "por su asesoramiento" 420.000 euros del dinero asignado por el club en el consejo de administración. Su oferta era de un 60-40%, según la documentación

"Me entristece que después de tanto tiempo, de todo lo que has vivido y has pasado sigas igual. Espero que tengas suerte. Te advierto por escrito que si paso algo algún día, conmigo no vuelvas a contar", le dijo el hijo

Del Nido, una saga familiar rota por el poder en el Sevilla FC.

Del Nido, una saga familiar rota por el poder en el Sevilla FC. / Nacho García

Isabel Morillo

El cuarto José María del Nido, nacido en Sevilla el pasado agosto, no conoce a su abuelo. La saga familiar vinculada al Sevilla Fútbol Club está rota. “Soy su hijo, me encantaría que esto se acabara”, declaró José María del Nido Carrasco (45 años), vicepresidente del club, presidente en ciernes, en una entrevista en Radio Sevilla días atrás. “Dice el refranero que entre padre, hijo y hermano no metas la mano. Yo he tenido padre y ustedes lo han conocido. Para mí, mi padre era Dios en la tierra. Y con razón o sin ella, aun diciéndole que no llevaba razón, si me decía que me tirase por un tejado, procuraba tirarme por el tejado más alto”, declaró su padre, José María del Nido Benavente (66 años), en una conferencia en el hotel Alfonso XIII de Sevilla hace ya un año.

“Ni la situación se va a reconducir ni ellos se van a reconciliar”. “Han entrado en un punto de no retorno". "Todo está roto”. Opinan personas próximas a los dos protagonistas. Detrás hay una historia de dinero, deudas, traiciones y una obsesión roja y blanca: el Sevilla Fútbol Club. Una entidad deportiva que atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente, con una afición al límite, harta, cansada y cada vez menos dispuesta a seguir tragando. Este lunes se celebra una Junta Directiva Extraordinaria que lleva días mostrando en toda su crudeza la delicada situación de padre e hijo y, por extensión, la grave crisis institucional que atraviesa el club sevillista.

Para entender qué pasa hay que hablar de dinero. Del Nido Benavente entró en la cárcel en marzo de 2014. Condenado en el caso Minutas, una trama más de las que saquearon el ayuntamiento de Marbella en la etapa de Julián Muñoz. Del Nido entró a prestar sus servicios en el consistorio marbellí con Jesús Gil y luego se convirtió en la sombra de Muñoz. Fue condenado a siete años por malversación de 2,7 millones de euros. La sentencia del Supremo obligó a Del Nido a dimitir como presidente del Sevilla FC. Ahí empezó todo.

Al entrar en prisión eligió para que administrara sus bienes al primero de sus hijos, con quien comparte nombre y parecido físico. Algunos dicen que también genética, "ambos vehementes, de pronto fuerte y mucho genio". Del Nido Carrasco, ‘Junior’, había estudiado derecho y ejercía como “picapleitos” en el despacho que su padre tiene en Sevilla. Tras una juventud complicada se centró en su carrera y se dedicó a la abogacía.

"Es un clan familiar"

“Piensa que esto no es una familia normal, es un clan familiar”. “Es un niño que siempre ha estado bajo el ala del padre”. “El padre tiene a todos comiendo de su mano”. En los testimonios recabados por este periódico de personas muy próximas a los dos protagonistas queda claro que Del Nido ejerce un gran poder sobre sus seis hijos. Tres de su primer matrimonio, dos de su actual esposa y un tercero de una relación extramatrimonial. “La sombra del padre es muy alargada”. Tanto como lo fue la del jefe primero de la saga, José María del Nido Borrego, candidato a la alcaldía de Sevilla por ‘Alianza 18 de julio’, jefe regional de Fuerza Nuevaultraderechista y vicepresidente en los años 70 del Sevilla FC. Su hijo lloró su muerte entre rejas. Falleció siendo el socio número 9 del club.

José María del Nido Benavente.

José María del Nido Benavente. / EFE

Cuando Del Nido entró en la cárcel puso su patrimonio a nombre de su hijo y ‘entregó’ la presidencia del club a José Castro. Entre otros bienes, uno de sus principales activos, su paquete de acciones del Sevilla FC. ‘Junior’ lo visitaba a diario y el padre nunca dejó de mover hilos. La gestión de los bienes fue “muy razonable”, aseguran amigos de ambas partes. El hijo consiguió que su padre devolviera todo el dinero saqueado de las arcas de Marbella. Mediante préstamos y refinanciaciones de las deudas, Del Nido salió de la cárcel en tercer grado en abril de 2017 con una situación económica “razonable”.

Cumplida la condena, su hijo volvió a poner a su nombre todos los bienes y comenzaron las inspecciones de Hacienda. La Agencia Tributaria reclama una deuda millonaria por las plusvalías del cambio de titularidad de las acciones (2,7 millones de euros). Del Nido Carrasco apareció durante meses en el listado de los mayores morosos de España con el fisco. El padre le aseguró que eso corría de su cuenta.

"Una batalla descarnada"

“Desde el mismo día que sale de la cárcel empieza una batalla descarnada por acceder a la presidencia del Sevilla y por asaltar el poder”, sentencian quienes conocen lo ocurrido de primera mano. Su inhabilitación se extendía a marzo de 2022, pero su obsesión es una: acabar con Castro cuanto antes. “La criada le salió respondona”, señala un enemigo de ambos. Porque ahora mismo, si Del Nido hubiera seguido otro camino, estaría a punto de volver a la presidencia del club sevillista que ya lideró con éxito desde 2002 a 2013. “A mí me duele el Sevilla”, escribió tras perder su último asalto judicial el pasado jueves 30 de noviembre. En las redes sociales, alrededor de él orbita un peligroso ejército de cuentas, anónimas en muchos casos, que están calentando el ambiente en la ciudad hasta puntos incontrolados. A la actual Junta Directiva los llaman "los okupas" y los acusan de robar a manos de llenas. Este sábado, los accionistas Carolina Alés, José Castro y José María del Nido Carrasco presentaron una denuncia por delitos de amenazas, injurias, coacción e incitación al odio contra varias cuentas en redes sociales y contra José María del Nido Benavente.

José Castro, con Del Nido Carrasco y Monchi.

José Castro, con Del Nido Carrasco y Monchi. / EFE

De momento, Del Nido padre está muy lejos de volver a ese sillón de honor para un sevillista. Tras salir de la cárcel e intentar sin éxito derribar a Castro en los tribunales, se firmó el armisticio que arruinó la relación filial. En noviembre de 2019 se rubrica el llamado “Pacto por la Pasta”. Un acuerdo firmado entre José Castro en nombre de ‘Sevillistas de Nervión SA’, que reúne a las familias de pedigrí del club, y del otro José María del Nido Carrasco, “en adelante Familia del Nido o FdN”. Un trato que regula las relaciones y fija las remuneraciones del consejo de administración. 600.000 euros anuales para el presidente y 450.000 para los vicepresidentes, “más variables en función de la gestión”.

“Las familias sevillistas firman con José María del Nido Carrasco, entre otras cosas porque no se fían del padre. La imagen del hijo es mucho mejor”, dice alguien que conoce de primera mano el acuerdo. Esa es la pelea que Del Nido libra en los tribunales. De momento, sin éxito. Defiende que tras revocar su hijo los poderes, 'Junior' no es nadie. De momento, la justicia no le da la razón y el hijo sigue teniendo los poderes para representar a toda la familia.

'Los americanos'

¿Por qué tras firmar la paz estalla la guerra más cruenta? Según fuentes próximas a Del Nido Carrasco “el hijo firma con la firme convicción de que se abre un periodo de estabilidad para toda la familia con esta alianza con el sevillismo tradicional”. El padre, no. El actual vicepresidente del Sevilla ha contado que “a la media hora” lo llamó para romper el acuerdo. Su versión es que ha llegado a un acuerdo con ‘Los americanos’ (‘777 Partners’) y quería traicionar el pacto para que el club cambie de manos.

Poco después de firmarse el acuerdo de noviembre de 2019, hay un intercambio de mensajes que quedan por escrito y están incorporados en la causa judicial que se libra alrededor de la situación accionarial del Sevilla. El padre le da instrucciones a su hijo y le marca tres objetivos. Todos tienen el mismo fin: acabar con Castro. “Papá no quiero problemas ni malas artes. Quiero paz y ser feliz”, le respondió su hijo.

El intercambio de correos

Por mail, tras el primer choque en caliente, el padre le hace una oferta. "Tus honorarios serán, sobre la base de la cantidad de 670.000 euros que me dices que tienes asegurada (590.000 euros más 80.000 euros) de 250.000, girándote yo a ti una factura de por el resto hasta los citados 670.000 euros (420.000 euros). El concepto será el real, asesoramiento por mi experiencia", le dice Del Nido a su hijo. "Si hubiera un exceso en este año o en el futuro (…) repartiríamos 60/40% para mí y para ti", añade. "Evidentemente, las prebendas que llevan aparejadas el cargo (chófer, asistente personal, vehículo de alta gama, teléfono, tarjeta de crédito etc.) serían de tu exclusivo uso".

El hijo rechaza la oferta. "Meditada y sosegadamente mi respuesta es cien veces no. Me entristece que después de tanto tiempo, de todo lo que has vivido y has pasado sigas igual. Espero que tengas suerte. Te advierto por escrito que si paso algo algún día, conmigo no vuelvas a contar. No estoy dispuesto a sufrir más de lo que he sufrido durante todo este tiempo por intentar ayudarte", zanja el vicepresidente del Sevilla FC. “No soy un muñeco con el que puedas jugar”, le avisa.

"Junior está atrapado"

La guerra aún tendría que seguir escalando. Pasaron unos meses en los que el padre intenta, poco a poco, doblegar la voluntad del hijo. Le va enviando gente para convencerlo. La deuda de Hacienda se le queda colgada al hijo. Ahora mismo de esa cantidad se han amortizado solo 300.000 euros, pero se ha conseguido un aplazamiento. El ‘Pacto por la pasta’ tiene además una cláusula de rescisión. Si se incumple, el hijo, que es quien firma, tiene que pagar 5 millones de euros de penalización.

José María del Nido y Julián Muñoz.

José María del Nido y Julián Muñoz. / EFE

“'Junior' está atrapado”, dicen sus amigos, pero “ha aprendido de los errores del padre”. Junto a él tiene en el organigrama del club al psicólogo que le ayudó a salir del pozo en la etapa más negra de su juventud, Ignacio Navarro. Su familia ahora, dicen en su directiva, es “la familia sevillista”. Ninguno de sus hermanos le dirige la palabra.

El último encuentro entre padre e hijo se celebró en un restaurante de la avenida de la Buhaira de Sevilla. A diez minutos a pie del Estadio del Ramón Sánchez Pizjuán. Allí se reunieron a comer en octubre de 2020 cuando ya hay fecha del primer juicio de Del Nido contra la directiva y cuando ya se sabe que 'Junior' está llamado a declarar como testigo. “Voy a ser muy claro. De qué color es esta servilleta. Blanca. Pues si yo te digo que es negra, tienes que decir que es negra”, le dijo su padre, según testigos de aquella cita. “Casi llegan a las manos”.

El hijo no aceptó decir que la servilleta era negra cuando era blanca. El padre perdió su primer asalto judicial. Nunca se lo va a perdonar, aseguran en sus filas. “Si mi padre me decía tírate por un tejado, me tiraba por el tejado más alto”, recordó Del Nido poco después de aquella última cita entre ambos. El último agosto (2023) Del Nido Carrasco tuvo mellizos. Su hijo es el cuarto José María del Nido de la saga sevillista, pero su abuelo ni lo ha visto. Del Nido Benavente sueña ahora con que su hija, fruto de su segundo matrimonio, sea la primera mujer en presidir el club. Gran parte de la afición sevillista ya no puede más con esta historia.