Las empresas afrontan en este arranque de la década grandes desafíos como la revolución tecnológica, la competitividad y un contexto económico y social en continuo cambio. En ese escenario, las compañías -grandes, medianas o pequeñas- están obligadas a ser más eficaces y eficientes y a poner a prueba su capacidad de adaptación.

Una encuesta elaborada por Forbes Insights en 2018, mostraba cómo el 81% de los ejecutivos consideraba la agilidad como la característica más importante de una empresa exitosa. Se entiende como tal la capacidad de adaptarse y responder con rapidez y eficacia a los cambios y las exigencias del mercado. Pero no sólo eso sino que también implica anticiparse, innovar, promover cambios y ofrecer soluciones novedosas.

Los equipos formados en “agilidad” son reconocidos por ser altamente eficientes. Esta transformación que exigen los tiempos requiere un cambio en la filosofía en el seno de las empresas que las libere de las rigideces para avanzar hacia un formato de trabajo mucho más colaborativo y de conocimiento compartido. Una de las compañías que ha apostado por optimizar la agilidad de sus equipos e implantar ese cambio de cultura es OPPLUS, la empresa de consultoría y de servicios financieros y administrativos que opera desde el Parque Tecnológico de Málaga, y que se encuentra en continua evolución.

Equipos más productivos y motivados

En OPPLUS han puesto en marcha un programa de transformación que se ha desarrollado con éxito en grandes empresas como Spotify, Toyota o BBVA. Con la misión de revolucionar la forma de trabajar de su personal, se ha instaurado la “Oficina Agile” dentro del área de transformación de innovación. Desde ese epicentro dinamizador, enfocado en la mejora del rendimiento y los resultados, trabajan para implantar nuevos principios y valores a través de cursos y talleres de los que ya se han beneficiado más de 400 de sus casi 2.000 empleados.

De esta forma, esperan lograr equipos multidisciplinares más enfocados en la ejecución, orientados a solucionar las necesidades de sus clientes. Son equipos con objetivos claros y alineados y una forma de trabajo más colaborativa en los que cada persona conoce cuál es su rol y es responsable de su trabajo. Otra de las claves es una comunicación continua y transparente entre cada uno de los miembros del equipo. El resultado de ese nuevo espíritu y de la puesta en práctica las nuevas herramientas aprendidas (como las ceremonias Daily o la Retrospectivas, que ayudan a los equipos en la mejora continua) ha tenido su reflejo en el incremento de la productividad y en la mejora del clima de trabajo y del compromiso por parte de todos.