COSTE DE VIDA

Barcelona se mantiene entre las 20 ciudades más caras del mundo por la subida del alcohol y la moda

El vino es el producto que más se ha encarecido en el último año (56%) seguido de los bolsos de mano femeninos (21%) y las cenas de degustación (18%)

Vista general de las Ramblas llena de gente paseando.

Vista general de las Ramblas llena de gente paseando.

Paula Blanco

Hay ciudades que destacan por su grandeza, otras por su diversidad y muchas por su historia. Pero de ellas, solo una selecta parte forma parte del exclusivo ránking de las ciudades más caras del mundo, aquellas que atraen a las personas con mayor valor patrimonial. En esa lista de las 20 urbes se mantiene una española: Barcelona. Si bien la Ciudad Condal desciende tres puestos hasta el 19, todavía se codea con Frankfurt, Dubái y Tokio por el fuerte incremento de los precios relacionados con el ocio, como las bebidas alcohólicas, la moda o la restauración. A nivel general, Asia reafirma su dominio como centro de riqueza y estilo de vida. Por primera vez, Singapur desbanca a Shanghái como ciudad más cara del mundo y Hong Kong se mantiene en tercera posición.

Barcelona ha perdido tres puestos en el ránking por el incremento del coste del estilo de vida en Jakarta, Mumbai y Miami, que el año anterior estaban por debajo de la capital catalana. Sin embargo, hay ciertos servicios de lujo en los que destaca por encima de otras partes del mundo. Por ejemplo, ocupa el primer puesto en cuanto a coste de cursar un máster, al mismo nivel que en Londres, París o Zúrich. El ocio de alto nivel se ha encarecido por encima del 20% en algunos sectores. Entre ellos destaca el precio del alcohol: el vino ha subido un 56% y el whisky un 29%. Justo por detrás se encuentran los bolsos femeninos, que han subido un 21%, y las cenas de degustación, que han crecido un 18%. También ha subido el coste de otros accesorios, como la joyería (+10%), los relojes (+8%) y los trajes para hombres (+9%).

Los viajes, en cambio, no han variado demasiado respecto al año anterior. El precio de un coche en Barcelona ha subido un 7%, el de las bicicletas un 2% y un viaje en clase 'business' se ha encarecido otro 2%. Al mismo tiempo, una suite en un hotel ha bajado de precio un 3% y el turismo de salud, representado en este informe en forma de una cirugía en ojos, ha subido de precio un 5%. Y aunque el nivel de precios de las propiedades residenciales de Barcelona es el más 'asequible' de esta lista de ciudades, el coste se ha incrementado en un 7%. "Los aumentos de precio de los bienes y servicios de alta gama respaldan la idea de que los consumidores de altos ingresos necesitan obtener una rentabilidad de un dígito alto en dólares en sus inversiones para preservar su riqueza", apunta Christian Gattiker, director de Investigación de Julius Baer.

Asia, la región más cara

El primer puesto de Singapur se debe principalmente al coste de los vehículos, pero también ha registrado en el último año incrementos del 47% en los vuelos 'business', del 46% en productos exclusivos de gimnasio y del 14% en cenas de degustación. Junto a esta ciudad, otras nueve proceden de este continente y coronan el ránking. Por primera vez, Europa es la región más asequible para vivir por la caída de todas las urbes en la clasificación a excepción de Mónaco, que continúa en sexto lugar. Londres ha descendido del segundo al cuarto puesto mientras que Zúrich ahora está en la posición 14 por la subida de Dubái hasta el séptimo lugar.

Al otro lado del Atlántico, Nueva York sube del onceavo puesto al quinto y Miami sube ocho puestos hasta el décimo escalón. En el sur, la metrópolis brasileña São Paulo entra en el top 10 por primera vez en el noveno puesto. Santiago de Chile se queda a las puertas en el número 23. De esta manera, América se posiciona como la segunda región más cara en la que vivir con un buen nivel de vida.

El informe recoge un aumento de precios y del coste de vida para los consumidores de todo el mundo en los últimos doce meses. En total, Julius Baer ha calculado que el aumento es del 6% en dólares y en un 13% en monedas locales por las persistentes tasas altas de inflación y al encarecimiento de las materias primas, la energía, el combustible y la contratación de personal. Y al mismo tiempo, la demanda de los consumidores con alta capacidad financiera, reprimida en parte durante el confinamiento y el desarrollo de la pandemia, se ha incrementado drásticamente. "Estos resultados también apoyan la idea de que las divisas sólidas y, en particular, los activos denominados en dichas monedas (por ejemplo, dólar estadounidense o franco suizo) pueden ayudar a sobrellevar estas tormentas y asegurar un futuro más rico y sano", afirma Gattiker.