Especial de formación

Vocación o empleabilidad: el gran dilema de los universitarios

El estudio ‘Análisis de la inserción laboral de los titulados universitarios’, promovido por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), analiza la inserción laboral de los graduados

Alumnos malagueños durante la última EBAU. | ÁLEX ZEA

Alumnos malagueños durante la última EBAU. | ÁLEX ZEA / LA OPINIÓN. MÁLAGA

La Opinión

Al afrontar el periodo universitario suele surgir la gran duda: estudiar lo que realmente se desea estudiar (por vocación o simplemente por gusto) o acceder a una carrera que nos garantice una alta empleabilidad tras finalizar los estudio.

Los estudiantes universitarios buscan la mejor salida profesional posible y para ello necesitan encontrar estudios adecuados para conjugar sus deseos con una garantía de encontrar un empleo, elegir entre lo que a uno le gustaría ser y lo que realmente puede ser, entre vocación o futuro.

Elegir una carrera con una alta empleabilidad puede incrementar la probabilidad de estar ocupado una vez finalicen los estudios en hasta 25 puntos porcentuales frente a otro con baja. Un porcentaje que se dispara en 82 puntos sobre la probabilidad de tener un sueldo neto mensual superior a 1.500 euros; en 81 puntos la de tener un empleo ajustado al nivel de estudios; y casi doblar (91,8) la probabilidad de tener un empleo relacionado con el área de estudios que se ha cursado.

Los titulados universitarios españoles se enfrentan a mayores problemas de inserción que los de los países de la UE-27, con 7 y 8 puntos porcentuales por debajo de la media.

El estudio «Análisis de la inserción laboral de los titulados universitarios», del proyecto U-Ranking publicado recientemente y de forma conjunta por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), disecciona la situación de los grados universitarios, sobre los que concluye que los relacionados con las áreas de Informática, Ingeniería y Salud son los que presentan mayores tasas de empleo y un mayor porcentaje de ocupados en todos los baremos: el del sueldo mayor o igual a 1.500 euros, el de ocupaciones altamente cualificadas y el de personas trabajando en tareas relacionadas con los estudios que han cursado.

Hay un dato revelador: en once países europeos las tasas de empleo de los jóvenes superan el 90%, mientras que en España no alcanzaba el 77% en 2021, por debajo de la media (84,9%) y solo por delante de Italia y Grecia. Eso sí, los universitarios –ya sean españoles o de otros países de la UE– gozan de ventajas adicionales en varias facetas: como en el salario –con ingresos medios anuales superiores en 12.000 euros sobre los ocupados con estudios posobligatorios–, el tipo de contrato y la ocupación que desempeñan. Aunque las diferencias de salario son menores entre la población joven, los ingresos medios de los titulados son superiores en casi 4.000 euros a los que no tienen estudios universitarios.

Los estudios de Informática ofrecen los mejores indicadores de inserción laboral

Los estudios de Informática ofrecen los mejores indicadores de inserción laboral, con una tasa de empleo del 96,3%, un porcentaje de ocupados con un sueldo mayor o igual a 1.500 euros que roza el 80%; un 92,8% de ocupaciones altamente cualificadas y un 89% de los egresados trabajando en actividades relacionadas con sus estudios. En segundo lugar de este ranking se encuentran los titulados en Ingeniería, industria y construcción y, en tercer lugar, los de Salud y servicios sociales.

El informe también señala que los grandes condicionantes del empleo y de la calidad del mismo son, fundamentalmente, el grado que elige el estudiante y la comunidad autónoma en la que vive o a la que se desplaza para trabajar. Según el escalafón establecido por el informe, a Informática, Ingeniería y Salud le sigue el grupo de Agricultura –en el que se incluye ganadería, silvicultura, pesca y veterinaria–, que se posiciona en cuarto lugar, y luego Educación, Negocios, Administración y Derecho, Ciencias, Ciencias Sociales, Periodismo y Documentación, Servicios y, por último, Artes y Humanidades.

Asimismo, el estudio desdobla los 10 grupos de estudios en 101 campos de estudio. Por sus resultados de inserción, el listado por campos lo encabeza Medicina, con una tasa de empleo del 95%, un 91,8% de ocupados que cobran 1.500 o más euros al mes, y prácticamente el 100 % de los egresados trabajando en ocupaciones altamente cualificadas y en actividades directamente relacionadas con sus estudios. Ocho ingenierías, junto a Informática, ocupan los nueve escalones siguientes. En orden descendente son Ingeniería Aeronáutica, Ingeniería de Computadores, Ingeniería en Tecnologías Industriales, Informática, Ingeniería de Telecomunicación, Desarrollo de Software y aplicaciones e Ingeniería Multimedia, Ingeniería de la Energía, Ingeniería Eléctrica e Ingeniería en Electrónica.

En la otra cara de la moneda se sitúa Arqueología, ya que es el estudio que muestra los peores resultados de inserción laboral, con un 77% de tasa de empleo y solo un 10% de los ocupados tienen salarios igual o superiores a 1.500 euros. Asimismo, tan solo un 62% de las ocupaciones son altamente cualificadas mientras que un 54% de los graduados están trabajando en su área de estudio. Además de Arqueología, los otros campos de estudios que tienen unos bajos niveles de empleabilidad son Historia del Arte, Conservación y Restauración, Bellas Artes y Gestión y Administración Pública.

El estudio también explica que la posición general en materia de inserción de cada universidad está muy condicionada por la especialización de sus estudios, es decir, los grados que ofrece cada institución. Las politécnicas, con un peso elevado de titulaciones y con muy buenos resultados de inserción, destacan en los primeros puestos.