Castizo se muda y lo hace a 200 metros de su ubicación actual. Eso no sería un hecho tan relevante si no fuera porque lo hace a un chalet convirtiendo así su concepto en realidad creando una verdadera casa de comidas. Un nuevo espacio donde Jacobo Vázquez, chef y propietario, pretende subir un escalón más en la calidad del producto y en sus elaboraciones. La vivienda que está adecuando para transformarla en restaurante, abrirá al público a finales de marzo. En las nuevas instalaciones, con más de 200 metros cuadrados, contará con dos salones, uno de ellos con chimenea, jardín privado y un reservado mayor que el que tenía actualmente. En total, espera albergar a más de una centenar de comensales. «Será como un caserón de comidas similares a los del norte de España. Un lugar acogedor. Una verdadera casa de comidas», asevera el cocinero.

La amplitud del nuevo espacio traerá consigo una mayor libertad para Jacobo a la hora de plantear sus propuestas gastronómicas. El fuego, en este caso, servirá de hilo conductor para las nuevas creaciones pudiendo introducir en su carta platos y técnicas con los que antes no podía contar. Las carnes y pescados saldrán a escena. «El horno de brasas nos va a dar un juego que hasta entonces no teníamos. Trabajaremos con diferentes tipos de razas de carnes, piezas completas de grandes pescados como el atún o arroces individuales terminados al fuego. Por ahí queremos explorar», comenta el propietario. Quién asegura que el jardín contará con una barbacoa a la que también sacará partido. Sin embargo, cabe señalar que el interés por la cuchara, buque insignia de Castizo, se mantendrá intacto.

Otra de las novedades y que supone un salto cualitativo desde el punto de vista gastronómico es la posibilidad de disfrutar de menús degustación en los servicios de cena de los fines de semana.