Su expediente en el Bachiller con una media de 10 lo auguraba. Alejandro Sánchez Postigo, un esteponero del Instituto de Enseñanza Secundaria Mar de Alborán, ha conseguido la nota más alta de Selectividad de la provincia de Málaga con un 9,89. Unas calificaciones que conoció el miércoles por la noche a través de internet; sin embargo, no fue consciente de su importancia hasta ayer por la mañana.

Alejandro se despertó con un aluvión de llamadas de la Universidad y de los medios de comunicación que querían conocer al estudiante que había conseguido una nota tan brillante.

El joven se califica a sí mismo como un chico sencillo al que ninguno de sus compañeros lo trata como el típico empollón, sino como uno más de la clase. Alejandro asegura que él tampoco se considera empollón y que, simplemente, le encanta la lectura y, sobre todo, aprender. No obstante, afirmó que el secreto es estudiar todos los días y ser constante; de lo contrario no se podrían obtener esas notas. Así las cosas, no hay duda de que este estudiante seguirá su formación en la Universidad, donde quiere estudiar Telecomunicaciones.

Ciencias y letras. A pesar de que Alejandro ha estudiado el bachillerato de tecnología y se decantará por una carrera técnica en la Universidad, las letras son su pasión. Como él mismo dice, "no tengo preferencias por los números o por las letras, la verdad es que me gustan las dos cosas".

En este sentido, asegura que su asignatura favorita es Filosofía, en contra de lo que muchos puedan pensar, al estar estudiando una rama más ligada con las ciencias. Él mismo dice que el saber no entiende ni de números ni de letras y que su intención es seguir aprendiendo en ambos campos. La noticia, como no, ha llenado de satisfacción a sus amigos y también a su familia aunque asegura que tiene los pies en la tierra y que no se plantea un futuro cierto. "Mi intención es seguir aprendiendo, ya se verá lo que ocurre en el futuro; por lo pronto quiero estudiar Telecomunicaciones pero no planeo nada porque luego las cosas no tienen por qué salir como uno piensa. Lo importante para mí es seguir llenándome de conocimientos." Con estas sensatas palabras Alejandro hablaba de su futuro profesional del que insiste en que el tiempo irá definiendo. Por ahora, disfrutará del verano y de su afición a la natación. Pero sobre todo, de la lectura que es su gran pasión. Asegura que lee desde pequeño, algo que seguramente sus padres le inculcaron. Desde pequeñito su casa siempre ha estado llena de libros.

Y es que su madre es licenciada en Filología Hispánica y, aunque durante la entrevista no quiso quitarle ni un segundo de protagonismo a su hijo, ella también obtuvo unas calificaciones sobresalientes. La parte de la ciencia debe venirle, entonces, por su padre, licenciado en Química y, también, profesor particular de Física y Química. Por una rama u otra, lo cierto es que a Alejandro se le abren un gran número de oportunidades. Los que lo conocen dicen que llegará muy lejos.