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Salud | Juan Carlos Gavilán

"La hepatitis B es un virus de alta contagiosidad por vía sexual"

Existen cinco tipos causadas por el mismo número de virus y cuyo comportamiento, evolución y tratamiento son diferentes

La hepatitis es una enfermedad ajena para la mayoría de la población pero ante la que no se debe bajar la guardia. Los tipos B y C son los más peligrosos, pueden evolucionar a la cronicidad y causar incluso la muerte. La exposición a sangre contaminada, el uso de material también contaminado o las relaciones sexuales son las principales vías de contagio.

¿Cuál es la incidencia actual de la enfermedad?

España es un país de riesgo intermedio en el contagio de la hepatitis B, y la principal vía de contagio es la exposición por vía sexual. En este tipo, la evolución en los últimos años es de descenso, porque la vacunación de la hepatitis B se ha incluido en el calendario vacunal de los recién nacidos. En cuanto a la C el número de casos estará en ascenso o en estabilización hasta los próximos 10 o 15 años.

¿Por qué esa subida en la C?

Porque principalmente la vía de transmisión era el uso de derivados de sangre. Estamos viendo y recibiendo ahora a esos enfermos de entonces. Ahora, actualmente esto no se da, existen unos controles férreos. No existe vacuna de la hepatitis C, sólo de la A y de la B. También había antes una vía de transmisión importante que era el uso de drogas y ya no.

¿Cuántas personas tienen hepatitis en Málaga?

Se estima que en España puede haber 80.000 o 90.000 casos de hepatitis B; y, de C, el número es mayor, de 500.000 a 700.000 personas infectadas. En Málaga la incidencia es similar a la del resto del país.

¿El contagio de hepatitis B por vía sexual se puede evitar con protección?

Hoy día la principal vía de transmisión de la hepatitis B en España son las prácticas sexuales. Los casos por transmisión sexual son bastante frecuentes. Siempre que se haga uso de unos hábitos sexuales razonables y no haya una exposición a múltiples parejas, el riesgo será menor. En caso de múltiples parejas, el uso del preservativo podría reducir el riesgo aunque es un virus de alta o mucha contagiosidad por vía sexual.

Además de estos dos tipos existen otros...

La hepatitis es una enfermedad infecciosa provocada por virus y que afecta al hígado provocando una inflamación de las células hepáticas. Se produce por cinco tipos de virus que se denominan por letras de la A a la E, con unas vías de contagio diferentes y comportamientos clínicos distintos. El principal problema de la hepatitis es su evolución a la cronicidad, de forma que puede llegar a provocar una hepatitis aguda o crónica cuyos síntomas pueden pasar desapercibidos. En la hepatitis A y E el organismo siempre es capaz de eliminar el virus.

¿Cómo se contagian?

Para empezar la hepatitis C es rara en España, también se comporta como la A, de excelente pronóstico y cura siempre y sólo es problemática para embarazadas. La B se contagia por exposición a sangre, transmisión sexual o materno-infantil. La C también por exposición a sangre contaminada o drogas. La A y la E se transmiten por mecanismo fecal-oral, es decir por consumo de alimentos contaminados con aguas residuales que contienen el virus.

¿Cuáles son las consecuencias?

En la hepatitis B y C una vez infectado el organismo, en el 60-70% de los casos evoluciona a la cronicidad, es decir, el hígado queda infectado de forma crónica. En la B, el paso a la cronicidad en niños es más frecuente y en adultos ocurre en un 5% de los pacientes. En estas hepatitis con el paso de muchos años, diez, quince o veinte años, en el 20% de los casos totales se desarrolla un hígado cerrótico. Y ése es el gran problema.

¿Puede causar la muerte?

La cirrosis es lo que supone el verdadero problema y puede provocar insuficiencia hepática, sangrado por varices y aumentar la incidencia de tumores en el hígado. Evitar la progresión de la hepatitis a la cirrosis es fundamental para mejorar condiciones de vida. La cirrosis avanzada sí puede causar mortalidad al lesionar el hígado. La hepatitis C es de hecho una de las causas más importante de trasplante hepático.

¿La incidencia es similar en hombres que en mujeres?

Hay un poco más de incidencia en la hepatitis C en hombres de edad media y en el caso de la B depende de los grupos de riesgo. Al ser de transmisión sexual hay grupos de mayor incidencia como homosexuales o parejas promiscuas. La evolución no presenta diferencias significativas.

¿Los síntomas pasan desapercibidos?

El 80 o 90% de los casos de hepatitis crónica se descubren por la vía casual. La persona o no tiene síntomas o tiene muy pocos y no se relacionan con una enfermedad del hígado. La mayoría de los casos se detecta por analítica, por las transaminasas elevadas. La población de riesgo debe hacer una búsqueda específica. Son pruebas analíticas accesibles.

La detección precoz es importante, ¿no?

El control es positivo para el propio enfermo y para el resto de la sociedad.

¿Cómo funcionan los tratamientos, han evolucionado en los últimos años?

Ha habido muchos adelantos en los últimos años para tratar tanto hepatitis B como la C. Disponemos de tratamientos francamente cada vez más eficaces. Hoy podemos en un porcentaje significativo de casos conseguir la eliminación del virus de la hepatitis C. En la B la eliminación es un objetivo más difícil por las características del virus, pero contamos con tratamientos muy efectivos y conseguimos dejarlo inactivo. Los tratamientos cada vez más efectivos y con mejores respuestas. Los resultados son esperanzadores.

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