Era una decisión conocida y ayer se hizo oficial. El secretario general del PP de Málaga, Francisco Salado, no optará a revalidar su cargo en el congreso que los populares malagueños celebrarán el viernes próximo, 28 de septiembre, y en el que volverá a ser elegido el actual presidente, Elías Bendodo, que lidera la única candidatura que se presenta.

Salado, que compareció ayer en rueda de prensa, explicó que toma esta decisión para centrarse en su labor municipal al frente de la alcaldía de Rincón de la Victoria y en la portavocía del PP en la Diputación Provincial. «Estoy muy satisfecho con el trabajo realizado desde 2008, periodo en el que he procurado volcar toda mi energía en este proyecto, y los resultados electorales son la mejor recompensa», declaró Salado, que recordó que el PP gobierna actualmente sobre el 90% de la población de la provincia y aclaró que el presidente del partido, Elías Bendodo, «ha entendido los motivos y respeta mi decisión».

«Me llevo grandes amigos y una experiencia vital impagable». «Aquí incluyo la satisfacción de haber concluido un ciclo extraordinario junto a Elías Bendodo, a quien agradezco esta oportunidad», indicó Salado, añadiendo que Bendodo «es un magnífico presidente y le deseo toda la suerte en el futuro».

Salado aseveró que «es tiempo de afrontar los cambios y yo estoy preparado para esta transición». «Sé que en el PP hay compañeros que recogerán mi testigo con ilusión y ganas renovadas, tienen una base extraordinaria de trabajo y un grupo de afiliados que ha pasado de 28.000 a 35.000 de 2008 a 2012», resaltó. Con la marcha de Salado, se da por seguro que el número dos del PP malagueño será Francisco Oblaré, diputado provincial y hombre de confianza de Bendodo. De hecho, Oblaré dejó la vicepresidencia de la Diputación Provincial el pasado junio para dedicarle más tiempo al partido como coordinador general del PP malagueño, en una remodelación hecha con el objetivo de comenzar a trabajar en los comicios municipales de 2015.

«Necesito estar cerca del ciudadano». El secretario general del PP malagueño, Francisco Salado, argumentó ayer que como alcalde de Rincón de la Victoria necesita «estar cerca del ciudadano, atendiendo sus necesidades y problemas al instante». «La cercanía es la clave y si no oriento toda mi energía en esa dirección tengo la sensación de no ofrecer todo lo que está en mi mano», defendió el también portavoz del PP en la Diputación Provincial de Málaga.

«Siempre he apostado por la importancia de la comunicación, la transparencia y la proximidad», afirmó, al tiempo que resaltó que prefiere gestionar la alcaldía «desde la calle y no desde ningún despacho». «Mi compromiso es con las personas, no con los cargos», subrayó Salado.