A pesar de que las redes sociales parecían dormidas ante el evento, el éxito de la convocatoria fue indudable, tendencia que se ha repetido en los últimos años. Poco antes de las 22.00 horas, cuando según Julio Andrade, la fiesta ya empezó a desinflarse, el Ayuntamiento había contabilizado una quincena de asistencias por intoxicación etílicas leves, aunque esperaban más casos por la cantidad de personas que seguían consumiendo alcohol. Muchos jóvenes también fueron atendidos por sufrir cortes de cristales. Por otro lado, el concejal de Seguridad anunció el cierre provisional durante 72 horas para tres establecimientos por venta de alcohol a menores y la correspondiente denuncia, que podría provocar un cierre de entre 4 y 6 meses y una multa superior a los 3.000 euros. Durante el primer tramo de la fiesta, la Policía Local sancionó al menos a 70 jóvenes, según Andrade, quien añadió que el resultado total del dispositivo se ofrecería a la conclusión del mismo. Un joven fue detenido por amenazar a otros con un punzón con la intención de robarles los móviles.