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Proyecto

Los arquitectos piden que en el plan de los Baños impere el interés general

El decano Antonio Vargas cree que no debe reformarse en función de unos intereses privados concretos

El Colegio de Arquitectos de Málaga considera que tiene «lógica» plantearse «una cierta modificación» del Plan Especial de los Baños del Carmen, como anunció el Ayuntamiento, ante la necesidad de adaptarse a la nueva situación económica y buscar así «una solución que sea más barata». De todos modos, advirtió de que ese cambio no debería hacerse en función de los planteamientos que establezcan unos privados concretos -en referencia a los actuales concesionarios-, ya que «eso no es la defensa del bien público».

Así lo expresó el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Antonio Vargas, quien se mostró abierto a que la iniciativa privada construya o gestione este espacio de la ciudad, pero siempre que sea a través de «un proyecto decidido por la administración en función del interés público».

«No puede ser que todos nos adaptemos al interés de un privado; eso es poner la carreta delante de los bueyes», señaló a Europa Press, precisando que «quizá el resultado al final sea el mismo, pero hay que mantener unas formas, que son las que garantizan la pulcritud y la honradez de un proceso».

Vargas también recordó que, «aunque el plan especial se aprobó definitivamente en 2010, empezó a tramitarse hace 15 años, con los criterios de hace 15 años». Por tanto, añadió, «parece razonable que, habiendo cambiado las perspectivas económicas, pueda haber una reflexión sobre su viabilidad y la posibilidad de adoptar otro más acorde a la situación actual». Asimismo, cuestionó la idea de un paseo marítimo «continuo», una «línea recta de baldosas desde una punta a la otra» y abogó por que se interrumpa en el Balneario. Sobre la inversión privada y la propuesta concreta de los actuales adjudicatarios, elaborada por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, resaltó que debe primar el interés general «y no el interés concreto del concesionario» y puso como ejemplo el proyecto de aparcamiento, que solo debe hacerse si tiene «interés real para la ciudadanía» y no por interés económico de un privado.

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