1. Entrevista entre la unidad, el receptor y el posible donante

Cuando un paciente renal cuenta con la posibilidad de una donación en vivo la espera se acorta a sólo unos meses. Pero, en muchos casos, los grupos entre el donante y el receptor son incompatibles, lo que lleva a que pueda ser cruzado.

Pros y contras de una donación de riñón

Cuando un paciente llega a la consulta y tiene un donante con el que es incompatible, rápidamente se abre la posibilidad de que el trasplante sea cruzado. Los riesgos futuros para el donante son padecer hipertensión arterial, tener proteínas en la orina o insuficiencia renal. Los donantes tienen que asumir ese riesgo.

2. Pruebas médicas, psicología y Registro Civil

Además de tener un estado de salud óptimo, el donante debe acreditar que va libre de presión, por lo que debe pasar por una segunda entrevista -ya sin el paciente-, un informe psicológico, un comité ético, y comparecer ante una jueza en el Registro Civil. El último paso es el informe final de la coordinadora de trasplantes.

Extracción del riñón sano al donante

La intervención quirúrgica para la extracción del riñón se hace por laparoscopia, pues hace años la recuperación del donante era más delicada que la del receptor. Por este motivo, los urólogos de Carlos Haya se han formado para hacer la extracción de este modo, lo que facilita la recuperación aunque requiere de una minuciosidad máxima con los bisturís. En Málaga las extracciones en vivo suelen hacerse en el Hospital Civil, donde los especialistas se aplican durante dos horas y media para que la extracción del órgano sea lo más limpia y certera posible. El equipo en quirófano es de siete personas que vigilan la salud del paciente, que después pasa una semana hospitalizado.

Un punto más de complejidad

La extracción a un donante vivo añade complejidad a la intervención quirúrgica, pues las arterias son más pequeñas que las de un fallecido, de en torno a 4 milímetros, como cuenta el urólogo Jorge Soler, experto en hacer estas extracciones. «La ventaja es que en el momento sabemos si funciona o no, porque le entra sangre y fabrica orina, esto da garantías de que ha salido bien». Además, recuerda, el paciente está sano, por lo que deben extremar los cuidados.

3. Un órgano que soluciona una vida

La donación de un riñón soluciona la vida del receptor, por lo que los cirujanos deben procurar unos cuidados al órgano recién extraido.

Transporte cuidadoso

La extracción se hace con sumo cuidado. Casi tanto hay que tener para transportar este bien preciado, un órgano que salvará la vida de una persona y de toda una familia. Sin embargo, esta nevera está muy bien protegida y en caso de un golpe no habría consecuencias para el órgano.

4. Un nevera portátil con hielo y líquido de preservación

El personal de quirófano prepara el riñón y lo mete en una nevera con hielo y líquido de preservación. Va bien protegido y con una doble tapa.

La distancia no es un problema

Coordinación de Trasplantes no escatima para que el órgano tarde el menor tiempo posible en llegar a su destino. Si es necesario se fletan aviones privados y si existe la posibilidad se aprovecha un vuelo comercial, gracias a la colaboración de algunas compañías aéreas, como en este caso en el aeropuerto de Málaga. El riñón, dentro de la nevera, viaja en cabina para evitar extravíos. Si lo hace en coche el conductor es su responsable. El aeropuerto registró en 2013 más de 850 de estos vuelos.

5. Llegada del órgano

El riñón llega desde su destino listo y preparado para ser implantado. La nevera viene desde otra punta de España y el personal de quirófano lo trata con sumo cuidado tras haber llegado en avión.

Todo preparado para el trasplante

Los trasplantes renales cruzados han venido a completar una carencia de las donaciones en vivo, pues un 20% de las parejas que se deciden a donar tiene el grupo sanguíneo incompatible con el receptor. Por eso, al tratarse de un órgano ajeno y cruzado con otra pareja, el cuidado se extrema.

Siete personas velan por la perfección

El equipo de quirófano está compuesto por dos urólogos, un anestesista, dos enfermeros, un auxiliar de enfermería y un enfermero experto en la coordinación de trasplantes. El trabajo es de dos horas y media y las conexiones de las arterias son vitales para un correcto implante.

6. Garantía de éxito

Una vez los cirujanos cierran al paciente, un radiólogo hace una ecografía de riñón para certificar que el órgano funciona y que produce orina. Es garantía de éxito del implante.

Una ecografía que garantiza el flujo venoso y arterial

Hace un tiempo que los radiólogos realizan las ecografías dentro de quirófano, aunque antes lo hacían una vez se salía de la intervención. Pero en una ocasión un pliegue obligó a volver a intervenir, por lo que hacer la ecografía dentro de la sala garantiza que el riñón funciona. La radióloga Pepa Vicente explica que la técnica permite ver que hay flujo venoso y arterial. «Lo hacemos para aumentar la seguridad, queremos garantizar la viabilidad».