Todo será diferente a partir de 2016. El itinerario oficial por el que han pasado las procesiones malagueñas prácticamente desde la fundación de la Agrupación pasará a la historia. Las cofradías diseñan un nuevo recorrido que será revolucionario, que incluirá cambios drásticos y que evita la Alameda Principal, aprovechando las obras de construcción del metro. Según las palabras del presidente, Eduardo Pastor, configurará una Semana Santa distinta para los próximos 90 años, siendo decisivo además para solucionar los numerosos problemas de horarios planteados desde hace años por muchas corporaciones.

Pastor asegura que a partir de 2016 podrá cambiar el concepto actual de la Semana Santa de Málaga. «Estamos con papel y lápiz haciendo un estudio importante. No vamos a dejarlo para última hora», admite el presidente de la Agrupación, quien no sabe precisar todavía cuál será el recorrido oficial definitivo, que tendrá que ser aprobado por todas las cofradías. «Va a ser una decisión conflictiva de tomar, pero tenemos que tener esa capacidad de adaptarnos. No podemos hacer lo mismo durante toda la vida. Después hacemos salidas extraordinarias y todos buscamos nuevos rincones porque en realidad, al final, a todos nos gusta ir con nuestras procesiones por otros sitios», explica Pastor.

A falta de definir cómo será este nuevo itinerario oficial, el presidente de la Agrupación sí precisa que comenzará en la Tribuna. «Es lógico que la Tribuna sea el principio del recorrido oficial», sentencia. Es decir, que por fin las cofradías podrán pedir la venia para acceder a este recorrido común, y no como hasta ahora, que lo hacían al final. Esto quiere decir también que las cofradías invertirán el sentido de la marcha por la calle Larios, por donde bajarán en vez de subir.

«No lo tenemos estudiado al cien por cien, pero podemos ampliar por Cisneros, Especería, la plaza de la Marina o el entorno de la Catedral, que va a quedar muy bien con las obras de reurbanización y peatonalización», explica Eduardo Pastor. Así que para poder entrar por Especería, se hará imprescindible también, entre otras cosas, sustituir la actual Tribuna por otra más pequeña y reorientar su posición.

Este proyecto no descarta definitivamente la Alameda, solo la primera parte hasta Torregorda, donde está proyectada la estación del metro. Las obras del último tramo hasta la Alameda durarán 33 meses y podrían comenzar a principios del próximo año 2015, por lo que afectarán de lleno a la celebración de la Semana Santa del 2016 y 2017, como mínimo. «Pasar por la Alameda dependerá, en última instancia, del proyecto de peatonalización que se baraja», matiza Pastor. «Ahora mismo estamos trabajando con ideas, con las cosas que leemos y con rumores», añade.

En este sentido, Eduardo Pastor lamenta que hasta ahora nadie del Ayuntamiento ni de la Junta de Andalucía «haya tenido a bien llamarnos» para participar en el planteamiento de las obras del metro en la Alameda. «Aunque esté claro que los intereses de la ciudad están por encima de los intereses de los cofrades, nos hubiera gustado estar en esa mesa de trabajo, que para eso somos personas capacitadas, dialogantes y con experiencia», indica. «Pero no pasa nada, porque los cofrades somos capaces de reinventarnos y seremos capaces de buscarle soluciones al metro», insiste en una entrevista concedida a La Opinión de Málaga. Reconoce, no obstante, que este grave problema propiciará estos importantes cambios «que nos dejarán contentos, ya que muchos esperamos».

El nuevo recorrido que elabora la Agrupación permitirá la inclusión de todas y cada una de las sillas que integran en la actualidad el itinerario oficial, «sin perder un solo euro». Al contrario, es posible que quepan más, lo que redundará en un beneficio económico para las cofradías y para sus funciones de culto y caridad.

Pastor, no obstante, no descarta que la Agrupación tenga que encargar un estudio externo. «Creo que estamos hablando de un asunto en el que hay que invertir tiempo y si es necesario, dinero también, para tener una Semana Santa que pueda durarnos otros 90 años, ya que urbanísticamente Málaga no va a cambiar mucho más», insiste el presidente de la Agrupación, que está convencido de los beneficios de estos cambios, si bien reconoce la dificultad de convencer a todas las cofradías, «ya que ninguna puede verse perjudicada ni a la hora de llegar ni de salir del recorrido oficial».