El Ayuntamiento de Málaga ha puesto en marcha la "Zona azul inteligente", un sistema basado en la instalación de sensores que guía a los usuarios en la búsqueda de las plazas de aparcamiento libres más cercanas.

El sistema, que comienza en periodo de pruebas hasta lograr la calibración completa de los sensores, detecta la disponibilidad de plazas en la zona definida y transmite la información en tiempo real a paneles electrónicos instalados en las intersecciones de las vías públicas, según ha informado hoy el Consistorio en un comunicado.

Aunque existen pruebas de pocas plazas de aparcamiento en otras ciudades, Málaga es la primera que pone en servicio el sistema de forma integral, gracias al convenio suscrito por el Ayuntamiento con la entidad Parkhelp.

La iniciativa tiene como objetivo reducir el tiempo de búsqueda de aparcamiento y disminuir en un 10 por ciento el "tráfico de agitación", y por consiguiente, las emisiones de CO2 a la atmósfera.

En concreto, se ha calculado un ahorro de 21,6 kilos de CO2 por vehículo un año, lo que con un parque aproximado de 250.000 vehículos en Málaga a evitar unas 5.400 toneladas de emisión de CO2 al año.

Además, el usuario tendrá próximamente información pública y actualizada que podrá consultar desde su dispositivo móvil, a través de la aplicación gratuita que da la ocupación de los aparcamientos subterráneos y que ahora se ampliará a todo el estacionamiento regulado en calle.

Para guiar al conductor en la búsqueda de aparcamiento, las plazas azules son sensorizadas mediante unos detectores de presencia del vehículo que permiten conocer cuándo se ocupan y desocupan, así como el tiempo de estancia y la rotación de las mismas.

Para el funcionamiento de todo este sistema, Parkhelp ha realizado una aportación en especie valorada en 465.000 euros que consiste en 2.229 sensores con tecnología de detección (es decir, un sensor en cada una de las plazas existentes), además de 60 paneles exteriores y otro equipamiento tecnológico.

Esta empresa se encarga de la instalación, calibración, configuración y trabajos de puesta en marcha para el sistema, así como su mantenimiento durante cuatro años, mientras que la Sociedad Municipal de Aparcamientos de Málaga (Smassa) ha invertido 100.000 euros en la obra civil para el soporte de las líneas de comunicación necesarias.