Síguenos en redes sociales:

Accionariado

Fondos extranjeros controlan ya casi el 80% de las acciones en Metro de Málaga

La francesa Mirova refuerza su propiedad del Metro de Málaga al recibir la mitad de las acciones de Globalvía, controlando ya 32,36% de las acciones de Metro de Málaga de forma directa y otro 10,56% a través de otra sociedad

Fondos extranjeros controlan ya casi el 80% de las acciones en Metro de Málaga

Los últimos movimientos accionariales en la empresa Metro de Málaga, concesionaria de la gestión de esta infraestructura, han reforzado la posición del fondo francés de infraestructuras Mirova como accionista de referencia, al controlar directamente el 32,36% de la propiedad de la sociedad y de forma indirecta otro 10,56%, a través de la propiedad de la sociedad Mircom. Esto supone que casi el 80% de las acciones están en manos de fondos de inversión extranjeros y que la única presencia española en Metro de Málaga sea de la entidad autonómica de la Agencia de la Obra Pública de la Junta de Andalucía.

Estos cambios se producen con la disolución de la presencia de Globalvía en Metro de Málaga, que tenía el 15,31% de la propiedad de la empresas. Finalmente reparte sus acciones a partes iguales entre la francesa Mirova y la sociedad Infravía Capital, que pertenece al fondo de pensiones holandés PGGM, entregando a cada una de ellas el 7,655% de las acciones.

Este cambio en las acciones refuerza la presencia de estas dos sociedades, que entraron en 2015 en el accionariado de Metro de Málaga, que sólo mantiene a la Agencia de la Obra Pública de la Junta de Andalucía entre los accionistas originales, así como una mínima presencia de Comsa, que se ha ido diluyendo en el último año en favor de Mirova y PGGM, a través de Infravía.

La distribución de acciones queda con Infravía con el 33,39% de las acciones, mientras que la Agencia de la Obra Pública se queda con el 23,69%. Mirova controla el 32,36% del accionariado directamente, mientras que cuenta con el 80% de Mircom (10,56% de la propiedad del Metro), que es propiedad de este fondos francés y de Comsa, con el 20%.

Esto deja en manos de fondos de inversión casi el 80% de las acciones, circunstancia que da cierta estabilidad. Este tipo de inversores están centrados en rentabilizar las inversiones que realizan en la compra de acciones, por lo que apuestan por una gestión conservadora y centrada en maximizar los ingresos.

Los cambios en el accionariado han venido de la mano de la tendencia de las grandes constructoras españolas, que en la última década se han ido desprendiendo de actividades que no son propias de estas sociedades, como la gestión de infraesructuras. Esta deriva se vio acentuada por la crisis económica, por lo que se ha ido viendo en los últimos años la salida del Metro de Málaga de FCC, Sando, Azvi y Vera.

Pulsa para ver más contenido para ti