En Málaga los suicidios triplican el número de muertes por accidentes de tráfico, pero esta situación continúa estando invisibilizada ya que se sigue considerando un tema tabú. Esto no ayuda a la prevención, la principal herramienta para hacer frente a esta realidad. Y la realidad es que es la principal causa de muerte no natural en España. Además, la tasa de incidencia de Málaga es de un 9,11 de cada 100.000 habitantes, superando así la tasa andaluza, de 8,13, y la nacional, de 7,5.

En la provincia, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, fechados en 2016, se produjeron un total de 144 suicidios. Y en total, en España se produjeron 3.569. «No están claras las causas por las que en Málaga hay una mayor incidencia», reconoce la psicóloga y coordinadora del Programa Alienta, Aurelia González, quien explica que la conducta suicida no se puede relacionar con una única causa, sino que «el suicidio es una conducta muy compleja».

En el 90 por ciento de los casos el origen es una enfermedad mental, pero González incide en que influyen «un cúmulo de situaciones». Entre los factores de riesgo se encuentran los problemas económicos, de ludopatía, situaciones emocionales que no se saben gestionar como separaciones, falta de proyectos vitales, tener historias previas de conducta suicida o antecedentes familiares. Pero, además, en ese momento «hay una angustia y una desesperanza muy importantes, tienen una visión de túnel del problema y sienten la necesidad de querer dejar de sufrir», señala la psicóloga, quien insiste en que es importante la prevención para enseñar a conocer las fortalezas personales para que la persona desarrolle «factores de protección».

Mitos

«La gente no sabe reaccionar ante un suicidio, no sabe cómo afrontarlo» y eso es culpa de «haber estado invisibilizado», afirma González, nombrando también como una situación peligrosa asumir ciertos mitos como que las personas que se suicidan no lo dicen o que el que quiere hacerlo lo hace, por mucho que se haga. «La realidad es que el 80% de las personas que se suicidan lo dicen de alguna manera». Estos «contribuyen a que no se hable o que no se haya trabajado tanto en programas de prevención», criticando también la «poca formación que ha habido». Además, la también psicóloga de la Policía Nacional, alerta de que se está observando que hay una franja de edad en la adolescencia en la que están aumentando los suicidios, así como en los mayores de 65 años.

Por otro lado, de los 3.569 suicidios que se produjeron en España en 2016, 2.662 fueron hombres. «Las mujeres lo intentan el doble, pero lo consiguen la mitad», explica González, detallando que esta circunstancia se da por «la impulsividad, una característica más asociada a los hombres, y el método, pues son más drásticos». La coordinadora del Programa Alienta, hizo hincapié en la labor de dicho programa y del Teléfono de la Esperanza, donde han atendido, en lo que va de año, 4.127 llamadas, siendo 73 de temática suicida. Asimismo,destaca que por cada persona que se suicida hay seis personas directamente afectada. Por ello, es importante trabajar con los familiares.

La Consejería de Salud subrayó ayer, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que en los últimos años están llevado a cabo estrategias de prevención y acciones con los sectores implicados.