Ha sentado muy bien entre los colectivos en defensa del Patrimonio de Málaga y expertos en esta materia el cambio de rumbo del Ministerio de Cultura, que el pasado lunes anunció que descartaba definitivamente el proyecto arquitectónico de 2008 de conversión en Biblioteca Provincial del Estado del antiguo convento y colegio de San Agustín.

Algunas de las personas consultadas consideran además que las denuncias de estos colectivos ante los derribos, eliminación de materiales y añadido de plantas que contemplaba el proyecto de 2008 en este edificio con protección arquitectónica integral han sido el motivo de la rectificación ministerial.

Entre ellos, el profesor de Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín, autor de una conocida tesis doctoral sobre los conventos de Málaga, que ayer declaró a este periódico que «la sociedad civil malagueña, organizada en asociaciones en defensa del Patrimonio, ha hecho un buen trabajo, sobre todo porque su petición está razonada y justificada desde un punto de vista patrimonial ya que lo que se iba a ejecutar no era bueno ni para Málaga ni para su Patrimonio».

El profesor explicó que precisamente el pasado lunes estaba preparado un texto crítico con la intervención en San Agustín que se había enviado al decano de Letras para que lo sometiese a la junta de facultad. «Lo hemos retirado y vamos a esperar a ver cómo se resuelve el problema». En todo caso, calificó la situación actual de «muy esperanzadora».

Rodríguez Marín señaló que si la nueva remodelación implica «alguna pérdida de un muro o de una pared, lógicamente hay que perderla, pero sabiendo que lo que mueve a intervenir no es conseguir una biblioteca sino recuperar un edificio histórico y adaptarlo a un uso nuevo».

Por su parte para el arquitecto y columnista de La Opinión, Luis Ruiz Padrón, el cambio de proyecto es una noticia «fantástica» que reitera «que no se trata de resolver un problema de fontanería sino que lo que había que ponerle era un poquito de mimo y lupa a un sitio histórico, sentarse y ver lo que cabe y no cabe allí». Para Ruiz Padrón, la ubicación es «perfecta» para una biblioteca «en un sitio que puede dinamizar la zona con usos que no sean turísticos».

El arquitecto de cualquier forma cree que un concurso de ideas habría ayudado «a encauzar la solución con el máximo de cabezas pensantes», aunque vio muy positivo que el cambio de proyecto no suponga esperar más tiempo hasta hacerlo realidad.

De los colectivos en defensa del Patrimonio, un portavoz de Málaga REC, la asociación que más ha batallado en esta cuestión, vio positivo el cambio de rumbo aunque anunció: «Vamos a estar pendientes del proyecto y esperamos que haya participación y no nos encontremos el proyecto hecho sin posibilidad de alegaciones», recalcó. El portavoz abogó, si hay alguna demolición, porque se delimite bien qué elementos pueden conservarse, cuáles son añadidos y cuáles no son compatibles con el uso. «Y en todo caso que se amolde al contexto de la zona».

Para Anton Ozomek, de Edifeicios, la sensación es «agridulce, pues por un lado es una noticia muy positiva porque hemos logrado una victoria, ya que pedíamos la paralización de un proyecto que era ilegal, pero por otro, de nuevo nos vemos ninguneados por el PSOE». En este sentido lamentó que los socialistas hagan «el vacío» a los colectivos en defensa del Patrimonio, no los consideren interlocutores y no fueran invitados el lunes a visitar el antiguo convento. En todo caso anunció que seguirán velando por la buena marcha del nuevo proyecto, al tiempo que pidió a las autoridades «más transparencia» y recordó que Málaga REC tardó «más de seis meses» en conseguir acceder al expediente de la intervención.

Visita al Convento de San Agustín

Visita al Convento de San Agustín