Una eurodiputada holandesa fue la encargada de resumir en el Parlamento Europeo la abultada hoja de servicios de Prodiversa en el campo de la cooperación internacional.

Ocurrió el pasado 29 de enero, cuando la ONG malagueña recibió el premio Silver Rose (Rosa de Plata) que le otorga Solidar, una red europea de organizaciones sociales, con sede en Bruselas, entre cuyos miembros se encuentran entidades como la Liga de la Educación de Francia o la Fundación Olof Palme de Suecia.

«Un premio como este nos tiene que dar fuerzas, viene muy bien que nos reconozcan pero lo nuestro es trabajar y trabajar», resumía ayer Juan Carlos Espejo, director de Prodiversa.

Fundada en 1993 con el nombre de MPDL Málaga (Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad), nació con el objetivo de atender a los refugiados bosnios de la Guerra de los Balcanes que llegaban a Málaga.

Pero su gran bautismo internacional se produjo en 1998, cuando el Huracán Mitch asoló Centroamérica. «Sin ninguna experiencia y con mucha voluntad montamos un operativo que por poco nos hace morir de éxito, por la gran respuesta ciudadana», reconoce Juan Carlos Espejo.

Ese fue el comienzo de una cooperación internacional que le ha llevado a trabajar durante largos años en varios países de África, Centroamérica y en Palestina.

En la actualidad, Prodiversa trabaja en Haití, la República Dominicana y el norte de Marruecos.

La coordinadora de cooperación internacional de la ONG, la marroquí Rabía Zbakh, explica que en Haití trabajan de forma continua, en especial en dotar de agua potable y saneamiento a los haitianos, además de haber construido un centro sanitario. «Después del terremoto el país ha quedado totalmente destrozado y hacen falta infraestructruras y de todo, por eso nos centramos en la población», subraya.

En la República Dominicana, cuenta Juan Carlos Espejo, los malagueños trabajan en la zona fronteriza con Haití con programas sobre salud, educación y derechos humanos. En este último campo, explica, atienden a los apátridas haitianos de segunda o tercera generación «que aunque viven en la República Dominicana no se les reconoce la ciudadanía».

En cuanto al trabajo en el norte de Marruecos, se vuelcan por un lado en la educación (construcción de escuelas, alfabetización de mujeres, transporte escolar para niñas...) y por otro, en la salud materno infantil (construcción de unidades de paritorio, entre otras acciones).

Pero en Málaga, Prodiversa lleva muchos años ofreciendo orientación sociolaboral, apoyo psicológico y hasta cobertura digital en La Palma-Palmilla y en su sede del Huerto de los Claveles,8 atienden a personas en desventaja, ofrecen de forma continua clases de español para inmigrantes y además, cuentan en Málaga con dos centros de protección de menores con cerca de medio centenar de niños.

Este premio europeo es un acicate más para esta ONG de Málaga que acaba de cumplir 25 años.