Los siete votos que suman los ediles del PP y el de Ciudadanos, frente a los seis de la oposición de izquierdas, han servido para rechazar una moción de IU-MpG en la que se pedía apoyo para instar al equipo de gobierno a consensuar con los vecinos y colectivos del Centro Histórico las medidas oportunas para solucionar "los problemas de exceso de ocupación de la vía pública y para no perpetuar el uso desmedido de las calles y plazas por parte de los empresarios" hosteleros del casco antiguo.

Sí salen adelante, según las votaciones que se han dado esta mañana en la Comisión de Pleno de Economía, con el apoyo de los seis ediles de la oposición de izquierdas y la suma de Alejandro Carballo, de Cs, instar al equipo de gobierno a extremar el control, la vigilancia, la inspección y en su caso sancionar de forma suficiente los incumplimientos de la normativa vigente en materia de vía pública respecto del exceso de ocupación en la calle por las terrazas; instar a Comercio y Gestrisam a que sus técnicos realicen un informe sobre la situación de las denuncias recibidas por este motivo y las vulneraciones de la ordenanza y por qué no se tramitan como expedientes sancionadores, se archivan o prescriben y si se debe a las citadas trabas burocráticas y extensión del procedimiento. El PP ha votado en contra.

También sale adelante con la suma PSOE, IU-MpG, Cs y Juan José Espinosa, de Podemos, instar al equipo de gobierno a respetar la obligación recogida en la ordenanza municipal en la que se indica que para la elaboración de los planes de aprovechamiento de tendrá en cuenta a las asociaciones legalmente constituidas, así como que Comercio y la Asesoría Jurídica hagan un informe sobre la sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que ha prohibido las terrazas pegadas a los edificios y cómo puede afectar esta disposición judicial a la ciudad.

La hostelería está ahora también en el centro de la polémica por la tramitación de la declaración como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) del Centro y El Romeral, lo que conllevará que no puedan abrir nuevos negocios hosteleros durante un año y un recorte en una hora, de domingo a jueves y en otoño e invierno, en el horario de recogida de las terrazas, entre otras muchas medidas, que implicarán también más inspecciones.