La Asociación Histórico Cultural Teodoro Reding lleva desde 2012 proponiendo a la Autoridad Portuaria dar un uso cultural a parte de la antigua capilla del Puerto, cerrada al culto desde hace algo más de un siglo, tras una corta etapa en la que se abrió al culto, bajo la advocación de la Virgen del Carmen, gracias al Real Club Mediterráneo.

A raíz del artículo de opinión de ayer en la sección 'La ciudad' de este periódico, Jon Valera, presidente de la asociación Teodoro Reding, recordó que el colectivo ha vuelto a proponer este año a la Autoridad Portuaria la cesión gratuita de la planta superior, la antigua habitación del capellán, con el fin de informar de tres materias: la batalla naval de Málaga de 1704, «el mayor combate en el mar de la Guerra de Sucesión española, en la que intervino Blas de Lezo»; la gesta del malagueño Bernardo de Gálvez en Pensacola en 1781 y la Guerra de Independencia española, «con especial énfasis sobre la acción británica que tuvo lugar en el Puerto de Málaga en 1812».

Para Jon Valera, de este modo la planta alta de la capilla sería «un punto cultural para los malagueños y visitantes que sirva de valor añadido al mismo puerto y contribuya a potenciar la integración del ámbito portuario y conocimiento de la historia marítima de la sociedad malagueña».

La asociación sin ánimo de lucro, que visitó el espacio en abril de 2013, tenía previsto añadirle uniformes de época, banderas, maquetas, ilustraciones y documentos, así como realizar charlas y visitas guiadas para escolares, asociaciones y cruceristas, cuenta el presidente.

«En mayo de 2013 comenzaría el proceso de autorización con la entrega de una fianza previa de cesión pero nos comunicaron que el proceso quedaba paralizado. En marzo de este año hemos vuelto a insistir pero nadie nos ha contestado», criticó.

Jon Valera lamentó el abandono de la capilla y destacó que la asociación «se comprometía a cuidar del espacio y a desarrollar contenidos gratuitamente. Seguimos interesados en ello».

Con la próxima inauguración de la estatua de Teodoro Reding en La Malagueta, considera que sería «un buen punto de información para la asociación».

Capilla de la Virgen del Carmen

El académico de la Historia Francisco Cabrera, el principal historiador del Puerto de Málaga, destacó ayer a este diario el reducido espacio de las dos plantas, 8 x 8 metros, lo que hace muy complicado buscarle una utilidad.

Al reducido espacio hay que añadir que cuando se trasladó de sitio en 1973, se eliminó la escalera de caracol que comunicaba las dos plantas. «Ahora las dos están incomunicadas y sólo se accede por cada planta», comentó.

A su juicio, lo prioritario es restaurar el edificio para acabar entre otras cosas con las humedades del interior y de paso restaurar un mural del mar pintado por Gómez Navas en la capilla. Por las pequeñas dimensiones del edificio no cree que sea un trabajo muy costoso.

Para Francisco Cabrera, la solución ideal para la planta baja sería convertirla en una capilla cerrada al público, y así ahorrar en seguridad, con una imagen de la Virgen del Carmen -su advocación desde 1914-, algo que recuperaría el uso religioso para el que fue construida.

En cuanto a la planta superior, el académico propone una sala de exposiciones gestionada por la Autoridad Portuaria o bien un punto de información turística, que pudiera aprovechar el pequeño espacio con algunos planos y documentos históricos.