Slaine, Ill Bill, Danny Boy y DJ Eclipse. El aficionado bregado en esto del hip hop noventero sabrá que estos nombres son de los importantes, unidos a la historia de crews como Non Phixion o House Of Pain, por ejemplo. Hace ya unos años, Danny Boy, precisamente tras la disolución de House Of Pain, decidió montar un supergrupo con colegas de la rima y la mesa de mezclas. Y de ahí surgió La Coka Nostra, un combo de rap agresivo, eléctrico y contundente, ideal tanto para los amantes del hip hop como del rock. Este fin de semana llegan a La Trinchera.

Es una lástima que el popular Everlast, uno de los pioneros en esto de juntar el rock y el rap con discos como Whitey Ford Sings The blues, ya no esté con ellos (su hija tiene fibrosis quística y ha decidido bajar el pistón de su carrera artística), pero los que quedan en la amplia familia de La Coka Nostra (otros miembros más o menos habituales son DJ Lethal, DJ Muggs, Sick Jacken, B-Real, DJ Premier y muchos otros) son también representantes carismáticos de una forma de hacer hip hop clara, contundente e in your face. Debutaron hace justo diez años con A Brand You Can Trust, un título, la verdad, revelador: sí, La Coka Nostra son una marca en la que poder confiar porque su propuesta no rompe ningún molde (los fans de Everlast, Cypress Hill, House Of Pain y derivados sabrán a lo que me refiero), pero lo cierto es que sus componentes fueron los que crearon esos moldes.

Por cierto que sin Everlast, sí, pero están con Slaine, un tipo de lo más curioso: no sólo es un rapero de lo más competente (de hecho, el grupo se formó por el entusiasmo que Danny Boy sintió al oírle rapear), sino también un actor que ya tiene en su currículum películas como Gone, baby, gone y The town (ambas dirigidas por Ben Affleck) o Mátalos suavemente.

Su última referencia discográfica es To Thine Own Self True, del lejano 2016 (tienen tres álbumes en diez años, así que no trabajan con prisas), y representa a la perfección la esencia de La Coka Nostra: nostalgia por el sonido hardcore, por ese tiempo en que los MCs desconocían lo que era el Autotune y pasaban olímpicamente de la ropa de Gucci. Lo de La Coka Nostra suena a calle, calle y calle. Si creciste con ese sonido o quieres descubrir cómo se las gastaba la peña antes de que el trap dominara el mundo urbano, tienes una cita indispensable en La Trinchera.