Rescate de personas de vehículos y casas, alcantarillas reventadas, calles anegadas, ramas de árboles caídas... las estampas que ha dejado el paso de la gota fría la pasada madrugada por Málaga capital recordaban, salvando las distancias, a las imágenes de las graves inundaciones de hace algunos años.

Entre ellas, una de las más dolorosas, la del ficus centenario ubicado en el Paseo de Sancha, junto a la fuente de Reding, que era alcanzada por un rayo esta noche y perdía alguna de sus características y poderosas ramas, que caían encima de los coches aparcados cerca. La lluvia ha hecho estragos también en la iglesia de San Felipe, cuya cripta ha amanecido inundada. «El agua ha entrado a la cripta inundándola hasta alcanzar unos quince centímetros de alto, que multiplicados por la amplitud de la estancia suponen una gran cantidad de litros de agua», aseguraba su párroco Alejandro Pérez Verdugo.

No solo el agua y los rayos caídos durante la noche han sido los causantes de los daños con los que ha amanecido Málaga. El viento que soplaba durante la tormenta ha provocado, por ejemplo, que el pabellón de balonmano de Puerto de la Torre viera cómo cedía la estructura de su techo, afortunadamente sin dejar víctimas personales.

Los bomberos de Málaga han efectuado un total de 52 salidas esta madrugada en las que han efectuado varios rescates de vehículos en zonas como la carretera de la Azucarera, paseo de Martirícos y calle Castelao. También han tenido que intervenir rescatando personas que se encontraban en sus hogares y estaban atrapadas por las inundaciones, como el rescate de una familia en calle Francisco Soto Berlanga. El resto de las actuaciones de los bomberos fueron consecuencia de la caída de cornisas, árboles, y farolas y otra por el mencionado desprendimiento del techo de un pabellón deportivo en Puerto de la Torre.